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abril 30, 2024
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El cooperativismos colombiano solo participa en ocho de los 172 sectores de la economía

Colombia es uno de los países más desigual del mundo pues el 45 por ciento de la tierra esta en apenas el 0,4 de la población y la gente está a merced de los grupos económicos que concentran el 70 por ciento de la producción.

Desde que se despierta hasta que se acuesta un colombiano entrega casi todos sus ingresos a grupos económicos nacionales y extranjeros, pocos recursos llegan a otros sectores de la economía. Todo esto se da por la fuerte concentración de la riqueza, lo que hace del país unos de los cinco más desiguales del planeta.

Jairo Orlando Villabona Robayo, profesor universitario y autor del libro “El Cooperativismo en Colombia” señaló en su investigación cómo la desigualdad es el mayor problema que genera pobreza en el país, pues la concentración de la riqueza hace a los ricos más ricos, y a los pobres, más pobres, abriendo una brecha que poco a poco acaba con la clase media.

En la investigación patrocinada por Fecolfin, donde se analizaron las bases de las declaraciones de renta de los últimos años, no solo se ratificó lo que muchos sospechan. También se hizo un llamado al movimiento cooperativo para que rompa la hegemonía de los grupos económicos y se consoliden nuevas empresas y modelos de asociación que permitan responder a esa concentración de la riqueza.

En 172 sectores el cooperativismo tiene la oportunidad de participar con empresas innovadoras y procesos de asociatividad que den a los pequeños productores o inversionistas oportunidades que corrijan las desigualdades expresadas también en el mercado, así como alternativas para el consumo a regiones y poblaciones que están a merced de pocos oferentes y en muchos casos de modelos monopólicos.

“Colombia es desigual porque hay mucha concentración del ingreso y la riqueza cuando uno ve el coeficiente de Gini el país ha estado en los cinco primeros puestos. Entre el primero y el quinto. Es así que las políticas no han generado una mayor inequidad. Hay grupos económicos entre nacionales y extranjeros que unidos manejan más del 70 por ciento de la economía del país, lo que acentúa las desigualdades” dijo a Gestión Solidaria el investigador.

Pero adicionalmente  a estos grupos económicos y terratenientes les interesa mantener esa situación para poder concentrar el control de las instituciones y así una situación donde la mayor tributación se sigue concentrando en la base de la población.

Lo que ha pasado precisamente con los grupos económicos en Colombia es similar en otras regiones del mundo. “Ese poder no va solo. Ese poder copta el poder legislativo, ejecutivo y judicial. Tiene todo el poder, y puede disponer de las leyes a su favor. Eso es lo que ha pasado en nuestro país, que los grupos económicos legislan en su favor.

El cooperativismo entonces podría contribuir con la creación de nuevos grupos económicos para romper esa hegemonía”, insistió el profesor Villabona.

La principal falla se da en la educación. El trabajo se debe enfocar si a los jóvenes se le enseña que no solo existen los bancos comerciales, que hay que hacer una gran optimización de las alternativas empresariales, que también existen otras alternativas, como las cooperativas y que el cooperativismo no implica ser pobre. “Donde la gente que se vincule a una cooperativa puede pensar aquí voy a meter mi plata para tener unas ganancias”, dijo.

“Hay que crear conciencia en las personas. Hay que hacer mayor educación. Se necesita  una mayor difusión y que la gente entienda que pueden haber otras alternativas con las que se genera mayor desarrollo y equidad.

En la concentración de la tierra

Veíamos que el 0,4 por ciento de la población, tiene el 45 por ciento de la tierra en Colombia. “Considero que este coeficiente de la tierra no existe en el mundo, es cerca del 0,9 según el coeficiente Gini. Vemos que el Gobierno ha retrasado, casi tapado la actualización catastral. No ha dicho nada, porque si cobrara impuestos sobre lo que realmente valen los predios se generarían grandes recursos para los territorios nacionales, pero quienes tendrían que pagar esos impuestos? Los dueños de los latifundios”, dijo.

Una cooperativa en el territorio

El investigador señaló que hay un gran problema y es que para impulsar los programas cooperativos de producción se debería contar con una política estatal de acompañamiento.

“En Brasil hubo un programa muy importante que se llamó “Brasil Hambre Cero” y ese programa generó gran desarrollo en el campo y en todo ese país ¿Ese programa que hizo? Agrupo a los campesinos y en vez de vender sus productos a unos intermediarios que se ganaban el doble o el triple y ellos corrían todo el riesgo, entonces el Estado simplemente le compraba las cosechas para sus programas estatales. Eso hizo que los campesinos tuvieran un precio más justo por sus cosechas y de otra parte que el Gobierno bajara los costos de sus programas sociales”, explicó.

En Colombia se podría hacer los mismo agrupar a los campesinos para que se organicen en cooperativas y que el Estado de otra parte se comprometa con ellos para capacitarlos, en financiarlos y en darles respaldo, señaló el profesor.

En el libro presentado por el gremio cooperativo el investigador enfatizó  que para poder generar esos primeros grupos económicos, donde el sector cooperativo gane una relevancia, lo más importante primero es la educación.

“Entonces si hay líderes sociales que logren agrupar a la población en el campo, sobre la importancia que generen cooperativas o agrupaciones colectivas para un mayor desarrollo, se van a generar sinergias y un mayor desarrollo. Por ejemplo entre todos podrían generar sitios de acopio. Pero un campesino solo no va a poder hacer mayor cosa con una o dos fanegadas, pero si se agrupan mil campesinos… de pronto tienen un sitio donde puedan llevar todos sus productos, puedan venderlos e incluso distribuirlos ellos mismos”, dijo.

En el libro se destaca como en Colombia todos los productos y servicios están concentrados en pocos grupos económicos e incluso estos tienen subsidios del Estado. “Lo veíamos. Desde que uno se levanta hasta que uno se acuesta prácticamente no tiene alternativas, está consumiendo productos de grupos económicos, difícilmente está consumiendo producto de cooperativas. Uno ve la intervención de las cooperativas, pero si uno mira esa participación apenas llega al uno por ciento de la economía”, dijo.

“Hay campo en los temas de producción, en los temas de logística, los temas de producción agrícola y en el sector de la energía. Hay 172 actividades económicas y el cooperativismo está en mora, pues solamente está en el cinco por ciento de esas actividades. Hay todas las oportunidades del mundo. Antes que eso sea un problema es por el contrario toda una oportunidad”, insistió .

“La dirigencia cooperativa está en mora de meterse a definir en que otras actividades de la economía pueden participar como empresas cooperativas, además de generar mercados inter cooperativos que es la otra forma en la que el sector cooperativo tendría una gran oportunidad, “ dijo.

“Quiero recalcar que la base para este cambio parte de una mayor educación y difusión del modelo cooperativo, desde primaria y explicarle a las nuevas generaciones que no solo existen los bancos que desde las cooperativas existen oportunidades mejores”, concluyó Jairo Orlando Villabona Robayo.

Jairo Orlando Villabona Robayo autor del libro El Cooperativismo en Colombia: una alternativa a la desigualdad la concentración y la distribución inequitativa del ingreso y la riqueza.

 

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