EL PODER TRANSFORMADOR DE LA BICOOPERACIÓN ASOCIATIVA

Por: Alveiro Monsalve Z

Consultor

La asociatividad es una estrategia de resultado, de logro, de eficacia y tanto más si se lleva doblemente a cabo entre las organizaciones solidarias.

Las personas, las empresas, las organizaciones públicas y privadas y el Estado la aprovechan para mejorar su nivel de gestión, de innovación, de productividad y también para competir mejor frente a terceros. Unen recursos, esfuerzos y capacidades, para lograr objetivos comunes en un mundo cada vez más globalizado.

Quienes se asocian así, lo hacen de manera voluntaria y mantienen su completa autonomía. Cada vez hay mayor interés en comprender cómo funcionan los ecosistemas en el mundo. Son modelos ingeniosos de cooperación asociativa entre seres vivientes que buscan su propia sobrevivencia, adoptando múltiples formas orgánicas e inorgánicas, incluido el mundo cuántico que aún no comprendemos. De ahí que sea de suma importancia cuidar estos ecosistemas para preservar la tierra y los seres sintientes, contra los efectos nocivos del cambio climático.

Unión es fuerza

Los procesos de cooperación se construyen mediante relaciones de coexistencia, de complementariedad, de interdependencia, de simbiosis, sin excluir actores que a veces predominan sobre otros. Un sentir común, una voluntad colectiva y una acción compartida, son características de todo proceso social donde hay cooperación recíproca. Mente, corazón, conciencia, voluntad y manos, todos unidos, significan acción compartida, coordinación en un propósito común participado. En la cooperación todos los viajantes van en el mismo barco y lo que acontece a uno, acontece a todos.

Esa acción cooperativa mancomunada y ese efecto de ir trabajando juntos en las mismas circunstancias de tiempo y espacio, es lo que en latín significa “cooperatio”, cooperación. La cooperatio es acción compartida, que implica esfuerzo conjunto. En latín el “coo” significa unión, el “operari” significa operar o trabajar y la terminación “ción” significa acción, resultado. Así que en la cooperación hay un trabajo conjunto que genera resultados para todos. Este resultado será valorado como bueno o malo, según esté cercano o lejano del objetivo deseado por todos.

Realmente, la cooperación se da en procesos de nivel biológico, químico, físico, energético, espiritual y social. Se manifiesta en todos los aspectos naturales, materiales, cuánticos, económicos, políticos, culturales, sociales y ecológicos. Por eso la cooperación es un proceso sistémico. Un sistema estratégico, eficaz, con resultados. Entre dos personas se puede dar cooperación básica, por ejemplo, hasta llegar a la cooperación sistémica entre múltiples actores. En el mundo, hay cooperación destructiva y cooperación constructiva. El ser humano elige.

En el modelo cooperativo de naturaleza democrática y participativa, que es el modelo vivencial del futuro, el ser humano se asocia con sus semejantes para resolver problemas comunes, satisfacer sus necesidades, ayudarse mutuamente, trabajar en la producción de bienes y servicios, crear cultura y nuevos conocimientos y transformar para su bien el mundo que le rodea, respetando la naturaleza.

El ser humano podría actuar individualmente en todos estos propósitos, pero cuando descubre que su propia capacidad se potencia uniéndose con otros, es decir, cooperando de manera colectiva, se anima con mayor entusiasmo a realizar sus propios sueños y deseos. A esto responde una cooperativa, modelo sui generis adoptado en cualquier parte del mundo.  En ella, la fuerza sinérgica potenciada se deriva de su doble naturaleza: empresa y asociación. Aquí radica el poder transformador de “la bicooperación asociativa”. Dos procesos de cooperación en una misma organización.

Ventaja estratégica cooperativa

La simultaneidad de empresa y asociación en una cooperativa incrementa de manera significativa su ventaja estratégica competitiva en el contexto económico de cualquier mercado local o globalizado.

Haciendo un símil con los vehículos camperos, la bicooperación es como la doble tracción de estos automóviles que potencian su propia fuerza motriz para superar las dificultades del camino. Doble máquina empoderada, doble motor con mayor fuerza, todo en uno.

Intercooperación empresarial: una empresa comercial tendrá siempre una finalidad económica lucrativa. En la empresa cooperativa esta finalidad es de tipo social no lucrativo y para ello se construye capital solidario.  Los objetivos de la empresa solidaria comprenden procesos de producción, mercadeo, financieros, tecnológicos, operativos y de innovación, que coadyuvan entre sí en un ambiente físico o virtual para asegurar el éxito de los resultados esperados. Los productos y servicios serán resultado de diferentes procesos de cooperación intraempresarial.

Intercooperación asociativa: la cooperativa como asociación de personas integra talento humano, con similares necesidades y aspiraciones. Personas unidas en un ambiente democrático, con espíritu mutualista, con libertad y compromiso, aliadas en su propósito común, que mantienen vivo su propio acuerdo de voluntades para ayudarse recíprocamente. Hay una especie de suma solidaria en esta unión de personas, porque la asociación humana hace fuerte al individuo aislado y permite alcanzar a todos lo que no es posible alcanzar individualmente.

A mayor bicooperación mayor poder

La simbiosis entre lo económico y lo social, es lo que da mayor poder a la bicooperación asociativa. Por su naturaleza e identidad, por sus valores y principios, que son la base de su ética filosófica y democrática, las cooperativas son modelo del componente asociativo empresarial con propósito social, orientado a la solidaridad entre personas, muy diferente al propósito lucrativo de las empresas centradas en el capital. La esencia de la cooperación en la dimensión social cooperativa se hace realidad cuando las personas se unen para alcanzar nuevas soluciones en sus vidas económicas, sociales, culturales, políticas y ambientales.

Al articular estos dos conjuntos de procesos asociativos: los de cooperación económica de tipo empresarial y los de cooperación social de tipo asociativo, la bicooperación potencia el poder organizativo de las cooperativas. Esta sinergia es por sí misma una estrategia vital que, bien realizada, dará identidad y diferencia a las organizaciones solidaria en contextos de mercado.

La fuerza de la bicooperación asociativa debería caracterizar al conglomerado de cooperativas en el mundo. Esto por cuanto en su naturaleza, fines y características, las cooperativas se deben autoreconocer en el mercado y en la sociedad, hacerse más visibles, como empresas diferentes a las empresas lucrativas de capital. Es que lo son.