Cannabis medicinal alternativa de inversión para el cooperativismo
170 municipios en el país podrían ser productores bajo un modelo ya aplicado por la Incubadora Empresarial Gestando.
Antonio Salcedo Arellano gerente de la Incubadora empresarial Gestando señaló que para las cooperativas de Ahorro y Crédito se abre la posibilidad de inversión para financiar los proyectos productivos destinados al cannabis medicinal.
El ejecutivo señaló que el modelo empresarial aplicado a través del proyecto Impact que dirigió Gestando durante los últimos años junto a entidades canadienses sirve de ejemplo para que el sector solidario realice planes de desarrollo en diferentes comunidades productoras agroindustriales.
Gestión Solidaria: ¿Gestando toma la iniciativa de promover el cultivo de cannabis medicinal. Porqué lo hace?
Antonio Salcedo Arellano: Nosotros como incubadora empresarial en estos últimos ocho años logramos desarrollar un modelo cooperativo para el desarrollo rural en Colombia ¿Cómo lo hicimos? A través de unos proyectos que los trabajamos en diez departamentos, en cinco cadenas productivas, que se denominó Impact. Esas cadenas productivas tenían que ver con café, cacao, plátano, hortofrutícola y lácteos. Al final del proyecto, pues prácticamente se cerró, encontramos que este modelo se fundamenta principalmente en apoyar al pequeño productor, organizado bajo la forma asociativa o cooperativa. Es decir que esté asociado en cooperativa o en pequeños productores. Lo del tema del cannabis medicinal es algo que se nos ha venido presentando durante los últimos seis meses como una alternativa, para que el proyecto Impact pueda transferirse también en este tipo de cultivos medicinales. Entonces estamos en esa tarea de identificar regiones y departamentos, donde podamos identificar asociaciones y cooperativas que puedan estar interesadas en desarrollar su cultivo de cannabis medicinal y comercialmente la ventaja es que este producto ya tiene una ventaja importante en países como Canadá y otros países europeos, entonces lo más importante es poder acompañar a esas organizaciones en el tema de fortalecimiento organizacional. Esto significa que tendremos acompañamientos, herramientas, para que del punto de vista administrativo, desde el punto de vista económico, técnico funcionen muy bien y puedan a través de este cultivo fortalecerse. Igual podríamos complementar en lo que tenemos preparado en materia de aceleración empresarial. Eso implica que una vez conozcamos la organización su problemática o hagamos un diagnóstico a profundidad vamos a enterarnos que estas organizaciones que aparecen en el camino requieren un impulso, de un apoyo que les permita comercialmente tener unos resultados y a su vez fidelizar a sus asociados quienes son los que abastecen de producto a las organizaciones.
En resumen estamos hablando de un proceso que puede nacer con la creación de las asociaciones o cooperativas, como en el tema de pre incubación, ya aquellas que están constituidas, vamos a darle un acompañamiento de incubación y aquellas que vayan un poco más adelante el tema de aceleración empresarial. Ese es un poco el modelo que estamos pensando para el tema del cultivo del cannabis medicinal, es decir que los productores estén organizados bajo el modelo solidario y cooperativo.
G.S.: ¿Qué tanta puede ser la demanda y que tan grandes podrían ser esos primeros negocios?
A.S.A.: Digamos que esas cifras ya hay unos estudios que nos aproximan a las posibilidades, pero estamos hablando que bajo este modelo podríamos estar agrupando a unos diez mil productores, asociados a estas organizaciones. Para dar un referente, digamos que la experiencia que tenemos es que estas asociaciones y cooperativas partan de un número significativo de cien o más productores, para que en el camino se demuestre que funciona el modelo con esta figura asociativa y puedan aumentar la base social. En ese orden de ideas estamos proyectando que el impacto social de productores puede ser de diez mil o un poco más. Que si eso lo multiplicamos por el grupo familiar, estamos hablando de un impacto social de más de 40 mil personas.
G.S.: ¿Qué tan rentable podría serla hectárea de tierra para un pequeño productor de cannabis medicinal?
A.S.A.: Cuando hablamos de pequeños productores estamos hablando de quienes tienen tres, cinco o un poco más de hectáreas. Indudablemente para poder operar este cultivo se necesita una inversión que es significativa, lo clave está, es que en el costo por hectárea que puede ser más elevado de lo que tradicionalmente conocemos, se da la ventaja que el tema comercial ya nova a ser una aventura para el pequeño productor. Me explico, se le asesora muy bien en el cultivo, en la parte técnica del cultivo va a necesitar una inversión, pero en los mismos capitales que requiere tener una producción de un volumen significativo pueden invertir o prestarle los recursos para que ellos instalen sus hectáreas productivas. En el año pueden haber tres producciones lo que les va a tener la ventaja comparativa frente a otros productos. Hay que aclarar, que aquí no se trata de abandonar los cultivos de pan coger o como autoabastecimiento, porque no podemos concentrarnos en pedirle a un campesino que solo cultive cannabis medicinal, porque la seguridad alimentaria donde queda. Entonces con esto lo que quiero decir es que hay que ser muy racionales y decirle al campesino que no podemos descuidar los cultivos destinados a alimentar a la familia.
G.S.: ¿El otro tema de la cadena es el procesamiento de los productos derivados del cannabis, cómo se manejaría esto?
A.S.A.: Necesariamente tiene que haber un laboratorio. Cuando se instala el sistema de producción tiene que haber un laboratorio, no por un productor o por cada tres productores. Cada laboratorio depende del número de hectáreas que permitan tener un control de la actividad productiva. Si un solo productor instala un laboratorio tiene que tener una cifra muy grande. Entonces un laboratorio puede estar agrupando varios productores y la inversión se minimiza y no es tan exigente para los pequeños productores. Los volúmenes que se necesitan son significativos. Como lo decía digamos que la demanda de países como Canadá, Países Bajos y otros de Europa garantizan comprar el producto del cannabis medicinal. Entonces eso atrae a una persona que quiera verse como un empresario en el campo. Eso es lo que nos ha movido, pero todavía no iniciamos el programa. Hemos venido evaluando cuando se tome la decisión sea realmente algo controlado. Que no nos venga a generar aventuras o riesgos. Todo negocio tiene riesgo, pero la idea es minimizar los riesgos.
G.S.: ¿Ahí entraría el resto del sector como financiador de recursos?
A.S.A.: Indudablemente, y eso lo hemos dicho en general para el sector agropecuario. El sector cooperativo de ahorro y crédito es una posibilidad importante para que esas alternativas productivas tengan ese apalancamiento financiero. Nosotros, ahora que terminamos el proyecto Impact con los amigos de Canadá, creamos un fondo que se llama Agrofinan.
Agrofinan es un fondo que permite depositar en la cooperativas de ahorro y crédito depositar unos recursos, en cuentas de ahorro o CDTs y las cooperativas de ahorro y crédito se comprometen a apalancar cuatro cinco veces esos ahorros que se hacen para financiar a las organizaciones. Ese es un papel muy importante. Lo menciono porque es una fuente de apalancamiento que se necesita para los productores agropecuarios en Colombia. Entonces es un papel clave que puede jugar el sistema cooperativo hacia el crédito agropecuario, que hay que decirlo, hoy son unas pocas cooperativas de ahorro y crédito que tienen la mirada para la financiación del sector agropecuario. Pero que con un proyecto de esta naturaleza necesitaríamos que varias cooperativas se animaran y empezaran a trabajar con recursos dirigidos al sector agropecuario.
G.S.: ¿En cuanto al país que falta para que se puedan consolidar este tipos de proyectos con el cannabis medicinal?
A.S.A.: Nosotros no podemos estar de espaldas a lo que ha sido el cultivo de la marihuana como cultivo ilícito y que ha movido a muchas estructuras que no le han hecho bien al país, si no para enriquecerse ellos en contra del país. Lo que toca decir es que el cannabis medicinal ya es un cultivo que es licito y que tiene una regulación claro no hay que desconocer que otros interesados cultiven cannabis con fines medicinales si no la marihuana recreativa, como se le conoce. No ahí si tiene que estar el Estado, porque el cultivo cannabis medicinal no es una iniciativa netamente privada, aquí está el Gobierno Colombiano y ONG internacionales. Aquí no podemos pretender montar un programa de cannabis medicinal solos, esto tiene una regulación una supervisión y está muy en la mira de las autoridades de los ministerios, de la Superintendencia del ICA todas las entidades de Gobierno que buscan que el sector agropecuario tenga un repunte. Entonces de participar nosotros como sector cooperativo o sector solidario necesariamente tendríamos que articularnos con estos entes gubernamentales y obviamente con las alcaldías, las gobernaciones, de toda una red que nos permita actuar legalmente y que no se salga de las manos el cultivo del cannabis medicinal y que este no se convierta en otro cultivo ilícito, que es lo que finalmente queremos combatir. Hay 170 municipios priorizados por el Gobierno y lo ideal es que sean estos por donde se inicie la actividad del cannabis medicinal y otros con un alto potencial de actividad productiva.
Nosotros en Gestando nosotros como modelo junto a las cooperativas que nos respaldan estaríamos interesados en hablar de este modelo, en transferirlo en otras instancia porque creemos que es un modelo que construyó país y finalmente nosotros nos damos el lujo de decir que 14 mil pequeños productores se beneficiaron del trabajo de Impact. Entonces estamos dispuestos a transferir y compartir esa experiencia.
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