Con los ojos en tres articulitos de la Tributaria
El trabajo que se ha realizado durante el 2016 ha permitido reducir los riesgos a los que se expone el sector cooperativo y solidario con el proyecto de ley.
Alejar la posibilidad de que por ley las cooperativas puedan convertirse en sociedades anónimas, cuya propiedad esté representada en acciones para cada uno de sus dueños y que el 20 por ciento de los excedentes sean pagados como un impuesto más y no como recursos estratégicos para el desarrollo de la educación del país, son los puntos que concentran la atención de las directivas del sector solidario frente a los responsables de la discusión de la Reforma Tributaria que hace tránsito en el Congreso.
La gestión no sólo se ha adelantado ante los ponentes del proyecto, también ante el Ministerio de Hacienda y Crédito Público y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, insistió Carlos Mario Zuluaga director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Cooperativas – Ascoop.
Mientras el Gobierno pela la olla para recoger los recursos necesarios para tapar los últimos años de un alto gasto y la reducción de la velocidad en la economía producto de la baja en los precios internacionales del petróleo, el sector solidario busca ser comprendido en medio de las tan anunciadas medidas de ajuste al cinturón de los colombianos.
Ha sido un trabajo de meses, invitando, convocando y explicando, a cada uno de los actores de la discusión, que de tocarse al sector solidario, no solo se afectaría su esencia, también se generarían grabes desigualdades sociales en sectores como la educación donde el aporte del sector cooperativo y solidario permite algún paliativo a las precarias situaciones de niños y jóvenes estudiantes.
El tema ha sido considerado por estas mismas autoridades, quienes a puerta cerrada, pero sin hacerlo público aún, han manifestado que el cooperativismo no será tocado, atrás quedaron otros temas que poco a poco se ha ido desmontando con el intenso lobby.
El primero de estos temas gruesos consiste en mantener la aplicación del 20 por ciento del excedente cooperativo destinado a financiar cupos y programas en educación formal, como lo establece la legislación vigente, garantizando la participación directa de las cooperativas en la aplicación de dichos recursos, dentro de los términos establecidos por el Ministerio de Educación Nacional.
Carlos Mario Zuluaga explicó que en los últimos once años el país ha recibido del sector cooperativo más de 805 mil millones de pesos que se han invertido a través de programas educativos formales, las secretarías de educación y el Icetex.
“Es un trabajo silencioso que permite construir bibliotecas, baterías sanitarias, dotar escuelas, acceso a becas, comedores comunitarios, kits escolares, laboratorios y muchas más cosas que necesitan los estudiantes y que muchas veces no se ven. Esos recursos se deben seguir manejando a través de las secretarías de educación distritales o departamentales, el mismo Icetex o por qué, no a través de proyectos propios”, dijo.
El ejecutivo añadió que tributar como tarifa única ese 20 por ciento de los excedentes simplemente representarían unos recursos que se diluirían en el presupuesto nacional.
INTERTIT- No podemos ser sociedades anónimas
Dentro del texto presentado por el Gobierno al Congreso el pasado 19 de octubre, se destaca el artículo 163 que permitiría la conversión de cooperativas en sociedades comerciales, pues dicha disposición además de ir en contra de la identidad cooperativa, desconoce la normatividad especial que rige este tipo de entidades y pone en riesgo la propiedad colectiva y la estabilidad jurídica de las cooperativas.
Es evidente el desconocimiento de la esencia del modelo cooperativo. Aceptarlo sería como darle la razón a quienes pretenden igualar a las empresas de la economía social como a aquellas que tienen como único fin la búsqueda de una rentabilidad para sus propietarios.
“El artículo viola totalmente la filosofía y el concepto cooperativo, sobre todo porque ahí si estamos dando razón a muchas cosas, porque cuando se convierte una cooperativa donde los excedentes se han nutrido no solo del trabajo, si no de la renta que se ha dejado de pagar, al convertirlo entonces se estaría configurando una evasión. Y por eso creemos que podemos sacar ese artículo del proyecto total”, dijo.
“Esto desvirtúa totalmente el modelo cooperativo, para crear una sociedad anónima solo se necesita ir y crear una S.A.S., entonces para que dar el paso por cooperativa”, añadió.
Un tercer tema busca exonerar a las empresas de la economía solidaria del pago de los aportes parafiscales en los casos de los trabajadores que devenguen menos de 10 smlmv, esto con el fin de darle al sector un tratamiento equitativo frente a las sociedades comerciales.
“El artículo 64 del proyecto de ley exonera a las sociedades comerciales de la obligación de hacer aportes parafiscales con destino al Sena y al Icbf, y de pagar las cotizaciones al Régimen Contributivo de Salud, frente a los trabajadores que devenguen, individualmente considerados, menos de diez (10) salarios mínimos mensuales legales vigentes”.
Sin embargo, dicha disposición mantiene para las entidades sin ánimo de lucro la obligación de hacer los aportes mencionados, lo cual, en criterio de la Confederación de Cooperativas de Colombia – Confecoop, introduce un trato inequitativo.
“Esperamos que con el trabajo que hemos hecho y con el que seguiremos adelantando hasta la votación de dicho proyecto en el Congreso y Gobierno, los responsables del tema con quienes nos hemos reunidos cumplan con la palabra de no tocarnos como han cumplido hasta el momento” concluyó Zuluaga.
De abrirse la posibilidad de que las cooperativas se conviertan en sociedades anónimas se le estaría dando la razón a quienes afirman que éstas se han lucrado con la diferencia de la tarifa que pagan en renta.