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enero 4, 2025
Al Día COOPERATIVO Y SOLIDARIO Oscar Bastidas

PROPUESTAS AL COOPERATIVISMO LATINOAMERICANO EN EL SEGUNDO AÑO INTERNACIONAL DEL COOPERATIVISMO (2025)

“Una utopía es un sueño social realizable”. Henry Desroche.

Por: PROF. OSCAR BASTIDAS DELGADO
UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA (UCV) 

 

Como conocemos, nuestro cooperativismo tiene presencia mundial y son numerosas las experiencias que pudiesen ilustrar sus impactos, lamentablemente son invisibles ante numerosos estados, instituciones, promotores de desarrollo y hasta de los mismos cooperativistas.

Conocerlas y sistematizar esas experiencias es clave para explicar su funcionamiento y alcances y aportar elementos a una Teoría del Cooperativismo tan necesaria para mejor comprensión de los rasgos de la Identidad Cooperativa y de cómo las cooperativas, con base en el Principio de la Autonomía e Independencia, han construido desarrollos “desde abajo” hasta niveles regionales y mundiales como la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), sin esperar a que un mesías, un partido político, una iglesia o uno de tantos populista de los que abundan en el planeta, enfrenten los problemas cotidianos de la humanidad como ellas lo hacen.

Efectivamente. La manera como se ha fraguado el cooperativismo desde las localidades en las que los ciudadanos del común o pueblo, con sus escasos recursos pero con voluntad y esfuerzos, asumen los valores del asociacionismo y la ayuda mutua mediante procesos de intercooperación e integración con otras cooperativas, organizaciones de la economía social (OES) y otras públicas y privadas, con el Acto Cooperativo como precepto de base cubriendo espacios mayores a los ocupados por los problemas a superar, constituyen muestras fehacientes de que esos desarrollos desde abajo son logrables siempre que posean la direccionalidad de lo que Aquiles Nazoa, poeta venezolano fallecido, denominaba “los Poderes Creadores del Pueblo”.

Es así, gracias a la integración, como las cooperativas diseñaron una arquitectura organizacional con dimensión mundial con la Alianza Cooperativa Internacional (ACI-1895) como cúpula mundial de integración y hoy constituyen el mayor movimiento socio-económico del mundo.

Es de recordar  que la ACI desempeñó un papel determinante en la constitución de la OIT (1919) siendo un miembro de su Comité Ejecutivo Albert Thomas, el primer director general de este importante organismo y que a partir de 1920 la OIT estableció sus servicios a las cooperativas que aún se sigue ofertando.

Gracias también a la integración, puede hablarse de circuitos económicos cooperativos, de una opción globalizadora cooperativa y de la Economía Social que haga contrapeso a la globalización neo-liberal. La cooperación entre cooperativas con una autogestión que rebase los límites de una cooperativa proyectándose a las comunidades debería ser para el cooperativismo un permanente proceso en marcha pues sin integración pueden existir “cooperativas” pero no cooperativismo.

Fue entonces en reconocimiento a los impactos del cooperativismo que la ONU declaró el año 2012 como “Año Internacional de las Cooperativas” e impulsó el 18/04/2023 su resolución «Promover la economía social y solidaria para el desarrollo sostenible» en la que insta a los Estados miembros, organizaciones internacionales y organismos financieros internacionales a incorporar y reforzar la Economía Social en sus planes nacionales, consagrando así la definición de Economía Social de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 2022; no conforme con ello, les declaró el 2025 como un nuevo año internacional.

Al inicio de este año internacional una interrogante viene a la mente: ¿Qué hacer para que el cooperativismo tenga visibilidad y sea reconocidos por aquellos legisladores que elaboran leyes sin conocerlo ni consultarlo, por gobiernos que elaboran planes sin considerar su potencial, por planificadores de “desarrollos” que olvidan los “poderes creadores” señalados ut supra, y por numerosos cooperativistas que se benefician de sus bondades socio-económicas pero desconocen el cooperativismo pues no fueron formados como cooperativistas antes de constituir o asociarte a una cooperativa?.

A fin de responder esa interrogante, se sugieren solo tres acciones; a estas pudiesen agregarse otras relativas a asuntos álgidos del cooperativismo latinoamericano actual como las innovaciones tecnológicas; las negativas e impulsivas fusiones que muchas veces olvida que lo importante es que una cooperativa sea útil a sus asociados sin importar si su número de asociados es pequeño; el envejecimiento de los cooperativistas y la necesidad de impulsar un relevo sincronizado de ellos; la problemática de la equidad de género; cómo extender la democracia participativa a asociados que viven fuera de la región y hasta del país de sus cooperativas; discusiones de temas como gobierno, gestión, gobernabilidad y gobernanza que se ponen de moda pero son mal entendidos; y otros asuntos más..

1.- Impulsar el Principio Quinto: Educación, Formación y Comunicación. 

La educación debe reforzar la condición de ciudadano universal preocupado por los problemas mundiales y por sus repercusiones en sus localidades y comunidades y la de demócrata opuesto a autoritarismos, dictaduras y militarismos que, en consonancia con el principio “una persona un voto”, todo cooperativista debe poseer.

En lo formativo se debe asumir la frase de Francisco Díaz: “Antes de constituir cooperativas hay que formar cooperativistas” pero, considerando que toda cooperativa posee la doble condición Asociación – Empresa lo que convierte a toda persona cooperativista en co-propietaria de la empresa y en empresaria colectiva, se deben fortalecer los conocimientos y prácticas inherentes al proceso administrativo y a las funciones administrativas para una óptima gestión y gerencia de las cooperativa con criterios de gobernanza, entendida esta como estilo de gobierno que observa la totalidad de las organizaciones de la sociedad, formando redes estables con ellas en aras de objetivos comunes.

En lo comunicacional, divulgar de manera extensa qué son las cooperativas y sus impactos ante toda persona, con énfasis en parlamentos nacionales, alcaldías, concejos municipales, universidades, liceos y escuelas; en comunicadores sociales, legisladores y políticos. Estos eventos deben tener efectos multiplicadores a lo largo del año y en especial los días nacionales e internacionales del cooperativismo.

Adicionalmente pudiesen impulsarse modificaciones de leyes a fin de que al menos “huelan a cooperativismo” y contengan claros preceptos acerca del Acto Cooperativo, el no lucro, anticipos societarios y salarios, trabajadores – asociados y asalariados, excedentes y no ganancias, etc.; ordenanzas de fomento del cooperativismo, declaraciones de municipios cooperativos, e inauguraciones de monumentos al cooperativismo en plazas y lugares públicos.

2.- Constituir Observatorios Nacionales de Economía Social. 

Como ejemplo, imagínese la puesta en marcha de un Observatorio Dominicano de Economía Social puesto en marcha y coordinado por el organismo cúpula de integración de ese país, el Consejo Nacional de Cooperativas (Conacoop) que, en alianza con universidades y el organismo público de control de las cooperativas impulse:

a.- El censo nacional de cooperativas con indicadores apropiados para conocer la realidad socio – económica – ambiental del cooperativismo dominicano.

b.- Estudios situacionales acerca de los procesos educativos – formativos adelantados en el país con miras a alianzas con universidades y otras instituciones académicas a fin de formar cooperativistas sobre el eje Saber – Hacer – Ser.

c.- Procesos de desarrollos regionales con sinergias Federaciones – Cooperativas de base – Universidades.

d.- Investigaciones sobre las buenas prácticas cooperativas a fin de divulgarlas e impulsar pasantías de conocimientos y actividades de ellas en la onda de “encuentros de haceres” en la idea del eje Saber – Hacer – Ser cooperativista, que superen aquellos “encuentros de saberes” de rápidos conversatorios, un café y fotos de por medio.

e.- Estudios sobre los aportes del cooperativismo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para hacer visible los aportes al Plan 2030 de la ONU en acuerdo con el representante nacional ante este organismo.

f.- Propuestas sobre equidad de género e inclusión de generaciones jóvenes, particularmente en aquellos cooperativismos con asociados envejecidos como el caso venezolano.

g.- Propuestas de fortalecimiento de las Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA) y de nuevas actividades cooperativas que aporten fuentes de trabajo y permitan superar dicotomías rurales – urbanas / hombres – mujeres, como las cooperativas de cuidados (atención en salud, guarderías, hogares de tercera edad, otras), escolares, compras conjuntas, cocinas comunes, vivienda y espacios y útiles compartidos, limpieza, artesanía y otras actividades.

h.- Propuestas de Responsabilidad Social Cooperativa (RSCoop) con creíbles y efectivos programas sociales (no con un simple cuestionario de preguntas a responder), clara visión del voluntariado y de las inversiones sociales necesarias, y transparentes Balances Sociales Cooperativos (BSCoop) de cada cooperativa, federaciones, otros organismos de integración, y del Movimiento Cooperativo Dominicano como totalidad.

i.- Otras propias de la respectiva dinámica cooperativa. Los observatorios nacionales que se constituyan pudiesen “enredarse” y hasta constituir un Observatorio Continental de Economía Social con apoyos de organismos de integración del continente como la Cooperativa de las Américas (antes ACI – Américas), la Confederación de Cooperativas del Caribe, Centro y Suramérica (CCC-CA), la Confederación Latinoamericana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (COLAC), Latinoamericana de Cooperativas y Mutuales de Trabajadores (Colacot) y la actual America’s Credit Unions surgida el 1/01/2024 de la fusión de la Credit Union National Association (CUNA) con la National Association of Federally-Insured Credit Unions (NAFCU); de organizaciones como la argentina Fundación de Educación Cooperativa (Idelcoop), el Observatorio Iberoamericano del Empleo y la Economía Social y Cooperativa (Oibescoop) y otros; y de los Ciriec activos asociados al Ciriec – Internacional con sede en la belga Universidad de Lieja: Argentina, Brasil, Canadá, Colombia y Costa Rica.

3.- Exigir presencia de los impactos del cooperativismo en los sistemas de cuentas nacionales (SCN) y en los productos internos brutos (PIB) de los respectivos países. El SCN es un sistema estándar internacional publicado por la ONU en 1953 con manuales revisados en 1968, 1993 y 2008, que permiten determinar la situación y el aporte de determinado sector al Producto Interno Bruto (PIB) gracias a sistemas integrales de indicadores de desempeño con variables influyentes en las áreas de interés, considerando conceptos básicos, definiciones y clasificaciones de manera flexible sin sobrecargar o distorsionar el sistema central2. La metodología de estas cuentas se corresponde con la lógica Insumos – Productos y, en el caso de las cooperativas, pudiesen utilizase cuentas satélites que, a manera de cuentas auxiliares y sobre un  marco conceptual, permitan, por agregación, visualizar sus aportes.

Visualizar los aportes de determinado cooperativismo a sus localidades y países permitiría:

1.- que sus respectivos actores lo conozcan y calibren sus planes y acciones; 2.- tener bases sólidas para entablar intercooperación y alianzas con los estados, instituciones de desarrollo y otros sectores;

3.- promover y fortalecer la integración sobre elementos comunes de las cadenas de valor de las cooperativas a integrar (lo cooperativizable);

4.- impulsar la representatividad local y nacional ante otras organizaciones y actores; y 5.- entre otras, defender los intereses cooperativos en sus variados ámbitos con la debida coherencia entre los propósitos de la base cooperativa y los de niveles con mayores alcances.

A manera de cierre.

Puede afirmarse que, teniendo por delante todo el año 2025, ningún cooperativista en particular y ninguna cooperativa u organismo de integración en general, tendrá excusa para no presentar al menos una actividad de celebración de este segundo Año Internacional del Cooperativismo con el que nos honra la ONU en su Balance Social Cooperativo – 2025.


NOTAS
1Ver Bastidas-Delgado, Oscar. https://www.amazon.es/stores/author/B0B924D74T
2 República de Colombia, Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE (s/f). Cuentas satélites. Recuperado de:
www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/cuentas-nacionales/cuentas
satelite#:~:text=Las%20cuentas%20satélite%20son%20una%20extensión%20del%20sistema,y%20sin%20sobrecargar%20o%20distors
ionar%20el%20sistema%20central

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