La competitividad se ha vuelto la excusa para no aplicar el cooperativismo
Por: Blanca Durán
Directiva cooperativa
Analista invitada
Comparto muy de veras los comentarios de que, en la realidad, muchas organizaciones, supuestamente del sector solidario, han desvirtuado su naturaleza con la excusa de la competitividad y se le da prelación al capital sobre la prestación de servicios y en general los asociados, sus familias y la comunidad, como se predica en los principios y valores. Hoy día lo que se destaca es la presencia de muchos directivos que buscan perpetuarse en busca siempre de sus propios beneficios, los sus familias y allegados. De allí que siguen presentándose préstamos y muchas prebendas violando siempre el estatuto y los reglamentos, con el beneplácito de algunas juntas de vigilancia y revisores fiscales.
Así mismo, gran número de convenios que suelen promover con empresas comerciales es a cambio de jugosos beneficios con el argumento que es para los asociados. Desgraciadamente y lo digo con mucho conocimiento de causa la corrupción, también campea en varias de nuestras organizaciones.
Sería importante hacer una profunda investigación sobre la utilización de los recursos de los fondos de educación esencialmente en aquellas que han logrado un avance en cantidad y no en calidad.
Cómo sucede en el Estado: en la medida en que se tengan asociados que desconozcan la razón de ser de nuestras empresas solidarias, su administración y derechos que les asiste, mejores beneficios para unos cuantos.
La pregunta que nos debemos formular es: hasta cuándo? Y como decía el Chapulin: quién podrá defendernos?
Reflexión de comienzo de año con el deseo de que mis palabras no ofendan a nadie y que sea una sugerencia para que tomemos conciencia y entre todos colaboremos en mejorar nuestras organizaciones.
Les deseo a todos quienes integramos está gran familia y especialmente a quienes dirigen este medio, un 2023 pletórico de éxitos, bendiciones y enseñanzas para lograr un mejor país.