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diciembre 21, 2024
COOPERATIVO Y SOLIDARIO MUNDO

Dejar la zona de confort, tarea pendiente: Catalina Jiménez

El cooperativismo colombiano debe arriesgarse a otras actividades, como la inversión en empresas de jóvenes, tecnología, en producción y distribución si desea mantenerse frente a los retos que le impone un mundo con una oferta en permanentemente evolución, así lo afirmó Catalina Jiménez Bernal, directora Regional Développement International Desjardins (DID).

“Yo diría que hay sobre todo muchas ganas de quedarse en la zona conocida, en la zona de confort. Las cooperativas están atendiendo las mismas personas, acompañando a los mismos asociados. Considero que se necesita salir de esa comodidad, porque hay mucha gente buscando opciones distintas, jóvenes, mujeres microempresarios”, que no están esperando que las cooperativas les den siempre el mismo producto”, dijo la ejecutiva a Gestión Solidaria.

Desjardins es una organización que integra a mil cooperativas en la provincia de Quebec, Canadá, lo que les permite tener una economía de escala, mayor eficiencia y competir con la banca comercial.

Para Catalina Jiménez esta integración por sí sola no es una garantía para que las empresas cooperativas se relajen en su actividad comercial, lo que las lleva a una permanente modernización de sus productos financieros. Explicó que esta holding financiera es el quinto movimiento cooperativo más grande del mundo, pero esto en vez de relajarlo lo pone al frente de la oferta comercial en su región.

Desjardins maneja temas de seguro, fondos de inversión, en su oferta de atención a los asociados su portafolio es extenso desde quienes necesitan un crédito hipotecario, hasta el joven que va a arrancar su primer proyecto productivo. Entonces Desjardins es sin duda un ejemplo, también un componente social, histórico, cultural muy importante, donde la gente hace parte de una cooperativa porque cree en el modelo asociativo, por naturaleza, Pero eso no hace que diga: Ah yo ya tengo siete,y medio millones de asociados. Es como si la compañía más grande se pudiera descuidar, porque detrás sus competidoras están a la expectativa. Lo mismo le pasa a Desjardins es la más grande, pero detrás, muy cerquita están grandes bancos comerciales. Donde se toman decisiones más rápido, ahí no hay que hacer una asamblea. ¿Entonces cómo logramos seguir siendo los primeros? Manteniendo nuestra naturaleza cooperativa, ahí es donde está el aprendizaje” dijo.

La ejecutiva advirtió que es necesario superar las restricciones que impiden la integración, muchas de ellas generadas por los egos de quienes se resisten a pensar en la suma de empresas. Muchos directivos quieren mantener el control sobre sus cooperativas, cuando en algunos casos su actividad se da con ineficiencia.

Considero que hay miedo de perder mi rol, mi nombre, mi cargo. Hay mucha comodidad, hay necesidad de permitir la integración y se va a lograr, sin duda se puede alcanzar una integración. Pero, a mí me preocupa que yo venga cada año y sea la misma gente, se repitan los mensajes y al año siguiente vuelven los mismos participantes al congreso cooperativo”.

Esa misma necesidad para renovar los cuadros directivos en las cooperativas colombianas se debe expresar en el apoyo a proyectos, muchos de ellos dirigidos por jóvenes que apenas están empezando con un emprendimiento, startup. Así lo afirmó Catalina Jiménez al señalar como en ferias de tecnología, cooperativas norteamericanas se han arriesgado a apoyar a jóvenes, “Hay que proponer cosas distintas, entre tanto las cooperativas pueden evaluar si apoyan estos proyectos”

“Yo espero, que salgamos de esa zona de confort, hay que salir a hacer cosas distintas, la gente en Colombia nos está esperando que hagamos cosas diferentes desde el cooperativismo”, concluyó Catalina Jiménez Bernal.

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