El poder de la inteligencia asociativa, las mujeres en el sector solidario

Por: Julio Ernesto Herrera Orjuela
Consultor empresarial
Octubre 2024
El pasado primero de octubre Claudia Sheinbaum asumió como presidenta de México y muy seguramente el 25 de enero veremos a Kamala Harris haciendo lo mismo en Estados Unidos; en ambos casos, sería la primera vez que una mujer se posesiona en esos cargos.
A partir de allí y muy seguramente desde sus buenas gestiones, tendremos la maravillosa oportunidad para que más mujeres potencialicen esas dos experiencias y podamos así ver más presidentas en Latinoamérica.
Considero que es el momento para que Colombia tenga por primera vez a una mujer dirigiendo los destinos del país; independiente del movimiento político las condiciones, y las necesidades, todo está dado para que ello sea una realidad.
En el escenario cooperativo mundial encontramos en el Consejo de Administración de la Alianza Cooperativa Internacional a tres mujeres, dentro de ellas, una colombiana: María Eugenia Pérez, la canadiense Alexandra Wilson y la uruguaya Graciela Fernández, quien hasta hace algunos días fue vicepresidenta de la ACI y presidenta de Cooperativas de las Américas.
En la Superintendencia de Economía Solidaria, dos mujeres han ocupado dicho cargo de manera consecutiva desde el año 2021, Vivian Carolina Barliza y María José Navarro.
En la gobernanza del sector solidario la proporción de mujeres que son Gerentes se ubica en un 48% de las organizaciones; la participación de consejos de administración y juntas directivas encontramos que las mujeres representan un 50%; así mismo vemos como como en comités de control social y juntas de vigilancia las mujeres participan con un 42%.
Escudriñando un poco más dentro del sector solidario (cooperativas, fondos de empleados y asociaciones mutuales), vemos el siguiente comportamiento con corte al año 2023: 3,1 millones de mujeres asociadas, de ellas el 17% son mujeres cabeza de familia; lo que representa un 52% del total de asociados; el 48% de los cargos directivos de esas organizaciones son ocupados por mujeres.
Del total de mujeres asociadas, el 22% de ellas no reporta ingresos mensuales; un 26% manifiesta que sus ingresos son inferiores a 1 SMMLV; el 40% reporta ingresos mensuales entre 1 y 4 SMMLV y 13% manifiesta que posee ingresos superiores a 4 SMMLV. El 22% se ubica en el estrato 1, el 36% pertenece al estrato 3; el 15% se ubican en los demás estratos.
El 30% de ellas cuentan con estudios de bachillerato, un 20% con estudios universitarios y un 5% con postgrado; el 10% no manifestó ningún tipo de estudio, el 17% con estudios de primaria y el 19% con estudios técnicos o tecnológicos.
En lo que respecta a las edades de las mujeres asociadas a las organizaciones solidarias encontramos una concentración en el rango de 29 a 39
años con una participación del 25%; entre 40 y 50 años el porcentaje es del 21%, entre 51 y 60 años el 17% y más de 60 años se destacan con un 21%; en rangos de las mujeres más jóvenes la situación es la siguiente: entre 18 y 28 años la participación es del 14% y las niñas hasta los 17 años es sólo del 4%.
En Colombia el 60% de las mujeres tienen acceso a servicios financieros (sector financiero y solidario); específicamente en el sector solidario, el 50% de las mujeres asociadas tienen un producto de ahorro, en cuanto al crédito su participación es inferior a ese porcentaje. Si bien, hay cifras que destacar también tenemos oportunidades de mejora:
Incrementar la asociatividad de niñas, jóvenes y adolescentes a las organizaciones solidarias para fortalecer su participación, formación y liderazgo, buscando rebasar el bajo porcentaje del 4% con el que participan actualmente.
Facilitar el acceso de las jóvenes a los órganos directivos como por ejemplo creando la figura de los consejeros y consejeras de la Nueva Generación.
Incentivar la cultura del ahorro en las mujeres a través de un portafolio de productos especialmente diseñados para ellas.
Las mujeres han demostrado tener mejores hábitos de pago que los hombres, por ello, resulta oportuno para las organizaciones ofrecerles créditos en condiciones especiales para su mejorar su economía y apoyarlas en la creación de emprendimientos.
Gracias mujeres por su maravillosa existencia.