El futuro de la alimentación: cómo la innovación puede salvar al planeta y asegurar la sostenibilidad
América Latina, la ‘despensa del mundo’, deberá aumentar su producción agrícola en un 80% para 2050, adoptando innovaciones tecnológicas sostenibles en la cadena agroalimentaria para enfrentar estos retos y asegurar un futuro más sostenible.
En un contexto global marcado por crecientes desafíos económicos, sociales y ambientales, el sector agroalimentario enfrenta una necesidad urgente de transformación. Los retos derivados de la crisis energética, la escasez de agua, el cambio climático, la degradación del suelo y el desperdicio de alimentos requieren soluciones innovadoras y sostenibles para garantizar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad del planeta.
En América Latina, a pesar de que la región es considerada la “despensa del mundo”, persisten múltiples retos relacionados con la logística, la sostenibilidad, la innovación y la producción de alimentos. El continente es responsable de cerca del 16% de las exportaciones mundiales de alimentos. Sin embargo, se estima que la región debe incrementar su producción agrícola en un 80% para 2050 a fin de alimentar a su creciente población, enfrentando múltiples desafíos mientras asegura prácticas sostenibles. Más de 14 millones de pequeños agricultores, responsables de más del 50% de los alimentos en la región, buscan mejorar sus rendimientos y condiciones de mercado.
En este escenario, la adopción de nuevas tecnologías a lo largo de toda la cadena de suministro alimentaria se presenta como una de las principales oportunidades para avanzar hacia un sistema más eficiente y sostenible. Estas áreas de mejora se pueden convertir en oportunidades muy valiosas si se aprovecha su riqueza en términos de biodiversidad, tecnologías, recursos científicos y empresariales para producir de una forma mucho más innovadora y eficiente. En particular, Colombia se perfila como un mercado clave en América Latina para las soluciones agroalimentarias del futuro.
«Colombia está emergiendo como un hub clave para startups en el sector Agrifoodtech, con un enfoque innovador en el uso de tecnologías avanzadas para transformar la producción de alimentos y la agricultura. En Eatable Adventures, hemos sido pioneros en la aceleración de startups de tecnología alimentaria, impulsando soluciones que abarcan desde una producción más eficiente y sostenible de alimentos, hasta la reducción del desperdicio y la promoción de dietas más saludables. Con este enfoque, estamos creando grandes oportunidades para el desarrollo de la industria en el país.» Afirmó Sergio Zúñiga Bohórquez, Vicepresidente Regional para América Latina de Eatable Adventures, la aceleradora líder mundial en foodtech.
Con una creciente inversión en el sector, Colombia ha atraído el 20% de las inversiones en startups del país, particularmente en tecnologías que desarrollan soluciones para el sistema alimentario, consolidándose como un hub de innovación para la agroindustria. La producción agroalimentaria en Colombia representa el 10% de su PIB, lo que subraya la importancia estratégica de este sector para la economía nacional. En los últimos cinco años, las startups de Agrifoodtech en la región han atraído más de USD $8,000 millones en inversiones, destacándose por su innovación en la producción sostenible.
Ante los desafíos cada vez más apremiantes del sistema alimentario global, el momento de la innovación es ahora. “Creemos en la capacidad transformadora de la tecnología para redefinir el sistema alimentario. Desde nuestra reciente llegada a Colombia, ya hemos realizado programas de aceleración, impactando particularmente a la Amazonía en conjunto con el BID; y más reciente al Valle del Cauca, en un programa que se está llevando a cabo con la Gobernación del Valle. En Eatable Adventures, estamos comprometidos a trabajar de la mano con emprendedores, corporaciones, gobiernos e inversores para acelerar soluciones que no sólo respondan a las demandas de productividad y eficiencia, sino que también promuevan la sostenibilidad y la equidad”, concluyó Sergio Zúñiga.