Como sistémico podría ser la incorporación de la Cooperativa Financiera Coofinep por parte del Grupo Juriscoop
Por: Alfredo Alzate Escolar
Gestión Solidaria
En el último año se han dado varias incorporaciones de cooperativas en dificultades por parte de otras de mayor tamaño. Este podría ser el resultado de cambios estructurales en el modelo financiero aplicado por las empresas asociativas en la última década. Lo que les ha impedido competir en un mercado con márgenes cada vez menores, pero con mayores exigencias, a esto se suma problemas de gobernabilidad, poca preparación de sus directivos e incluso fuertes cuestionamientos por el manejo de los recursos.
Mauricio Villa, gerente relevado de Coofinep
La Superintendencia Financiera de Colombia última los detalles para que la Cooperativa Financiera, Coofinep, cuyo origen se dio como la cooperativa de los trabajadores de las Empresas Públicas de Medellín, EPM, pase a ser absorbida por el Grupo Empresarial Juriscoop.
La incorporación llevará a los 30.000 asociados de Coofinep a sumarse a los 50.000 asociados del Grupo Juriscoop.
Fabio Chavarro González presidente del Grupo Juriscoop explicó que se dio una operación de cesión de activos y pasivos. Donde la actividad Financiera de Coofinep fue asumida por la Financiera Juriscoop, empresa del Grupo Empresarial. Manteniendo así los servicios financieros de ahorro y crédito.
El presidente de Juriscoop dijo al programa Antioquia Solidaria que se mantendrá la red de 19 oficinas de Coofinep “Tendremos una Cooperativa dentro de la Cooperativa y Coofinep como marca perdurará y los asociados mantendrá los beneficios y también podrán ir accediendo a los beneficios y servicios del Grupo Juriscoop ”.
El ejecutivo explicó que los aportes sociales No están en riesgo, aunque reconoció que hay una afectación. Explicó que se calcula que un 40 por ciento de la base social podría recibir sus aportes si permanece el primer año y mantiene el pago de sus obligaciones. El proceso podría demorar varios años, cinco por lo menos, para que el 70 por ciento de los asociados puedan recibir la totalidad de sus aportes. “siempre y cuando se mantengan como asociados”, dijo al programa Antioquia Solidaria.
Por su parte Jorge Alberto Corrales Montoya, presidente de Confecoop y gerente de CFA dijo “que esta incorporación responde a situaciones muy particulares que sucedieron en estas organizaciones”
Años de deterioro
Entre tanto Gestión Solidaria conoció un documento donde el investigador Álvaro Correa López señaló como la intención de Coofinep de competir en el mercado financiero hace más de un década, la llevó al deterioro de su margen operacional.
Destaca Correa López que hace más de una década la Cooperativa llevada a un mercado de colocación de crédito de consumo y ante las normas que quitaron a las cooperativas la exclusividad de los créditos por libranza esta se enfocó en la colocación de nuevos créditos a un público que rechazaba el pago de aportes sociales, requisitos para pertenecer a una cooperativa.
El documento “Coofinep ¿La punta de Iceberg?” podría estar revelando la situación por la que actualmente están cruzando varias cooperativas con dificultades estructurales, de gobernabilidad, financieras y de mercado.
Señala el investigador que las normas de Basilea que pretenden generar un marco internacional para la banca y controlar los mercados transnacionales financieros desconocen el modelo cooperativo. Una teoría aceptada por los agentes reguladores de la época que rechazaron la doble figura de los cooperativistas de ser asociados y propietarios de su cooperativa.
Ante las condiciones impuestas por un mercado de mayor velocidad Coofinep fue renunciando poco a poco a construir una base social de cooperativistas, mientras que el número de cuentahabientes creció con la esperanza de un crédito barato, pero sin la necesidad de pagar aportes sociales, lo que llevó al deterioro de las finanzas de la Cooperativa.
“Así en diciembre de 2010 se aprobó Basilea III con el objetivo de garantizar la capacidad del sistema bancario de absorber las perturbaciones del mercado, redefiniendo el capital mínimo regulatorio, creando los colchones de conservación del capital y el colchón anticíclico. Así el requerimiento de capital mínimo y los diferentes colchones, deben sumar el 9%.” Así lo que había empezado como una reglamentación que pretendía evitar errores registrados desde la década de los 70as y que estallaron a finales de siglo, ponía una nueva carga a la empresa que se quería consolidar como competidora, pero no como cooperativa si no como financiera.
El segundo golpe fue el de las libranzas, que abrió a todas las empresas comerciales los código de pago de las empresas públicas acabando así con un monopolio que mantenía con seguridad de caja a las cooperativas. Poco a poco se dieron las compras de cartera y los asociados se fueron deslizando hacia el sector bancario, ahora sin el espíritu solidario. Mientras que al interior de la entidad los esfuerzos se enfocaron en operaciones de terceros, dividiendo lo social de lo comercial.
En el documento de 22 páginas Correa López señala que el golpe de gracia viene con el deterioro de los márgenes de solvencia de los últimos años. Cuando se esperaba una recuperación de los resultados a grados similares de los de pre pandemia, los márgenes de intermediación se redujeron y mientras tanto el deterioro de cartera se acumuló. Lo que redujo el margen de solvencia.
Al haber renunciado sistemáticamente la Cooperativa Financiera a los aportes sociales de sus nuevos beneficiarios de crédito, el patrimonio técnico sufrió un fuerte golpe y las alertas de los organismos de control se encendieron.
“Uno de los argumentos aducidos por el sector cooperativo financiero, y Coofinep no fue la excepción, para realizar operaciones con terceros, era que la ampliación de “los servicios a personas con capacidad de ahorro y sin vocación para afiliarse a una Cooperativa, permitiría aumentar los recursos de colocación de la cooperativa y ayudaría a potenciar su crecimiento.” (Arango, Perez, & Correa, 2014 p. 238)” .
Por último retomamos las declaraciones de Jorge Alberto Corrales Montoya, presidente de Confecoop y gerente de CFA “ esta incorporación responde a situaciones muy particulares que sucedieron en estas organizaciones” y que colocaron la cereza sobre el pastel. Pero ese tema abre otro capítulo que deberá ser investigado.