Revisar el modelo pensional y una reforma tributaria estructural pide la OCDE para Colombia
Para que Colombia supere la pobreza, la desigualdad e informalidad del mercado laboral, requerirá un gasto adicional en protección social, salud y educación. Así como una reforma de su sistema pensional. Movilizar ingresos públicos adicionales, al igual que mantener niveles adecuados de inversión pública. Reducir el deficit fiscal. Una reforma progresiva del sistema tributario y sus exenciones generalizadas y tasas especiales, la mayoría de las cuales favorecen a los más acomodados, son algunas de los cambios que debe hacer el país si quiere alcanzar un estado de bienestar y resolver sus problemas estructurales señala el Organismo Multilateral.
En su documento sobre Colombia La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que el consumo privado es el principal motor de la recuperación, impulsado por una recuperación gradual del empleo.
Los sólidos precios de las materias primas, especialmente los altos precios del petróleo, han mejorado los términos de intercambio y respaldan los resultados fiscales, en un contexto de aumento de la demanda externa.
La inflación ha aumentado muy por encima del objetivo, impulsada inicialmente por los precios de los alimentos y la energía, que han afectado especialmente a los hogares de bajos ingresos. Más recientemente, sin embargo, las presiones inflacionarias se han generalizado cada vez más.
El organismo internacional estimó que el PIB crecerá un 6,1 % en 2022 y un 2,1 % en 2023.
Advierte La OCDE que la política monetaria mantendrá sus ajustes. Lo que para el mercado interno se interpreta como nuevos aumentos de la tasa de intervención del Banco de la República.
Adicionalmente el organismo internacional hace un llamado al Gobierno de Iván Duque para que se realicen mayores esfuerzos tendientes a la reducción de la deuda pública.
El documento señala que «el endurecimiento de la política monetaria se ha acelerado sustancialmente y se espera que las condiciones financieras se mantengan ajustadas hasta fines de 2023. La política fiscal brindará apoyo continuo a los hogares vulnerables durante 2022, mientras que las reducciones del gasto en otras áreas darán paso a un ajuste fiscal gradual que se intensificará en 2023. Una reciente reforma fiscal sentó las bases para este ajuste, pero la estabilización de la deuda pública requieren esfuerzos adicionales. Abordar los desafíos de larga data, como los bajos ingresos fiscales, la baja progresividad fiscal y la baja cobertura de los beneficios sociales, podría garantizar una recuperación más inclusiva».
El aumento de los precios de las materias primas respalda las exportaciones y los ingresos públicos
Un fuerte repunte de la actividad durante la segunda mitad de 2021 llevó el PIB casi de regreso a los niveles proyectados antes de la pandemia. A principios de 2022, la recuperación se desaceleró en medio de una fuerte caída en la confianza del consumidor, aunque el desempleo continúa cayendo mientras que el empleo mantiene una tendencia al alza. El aumento del empleo femenino ha reducido la brecha de género en el empleo. La inflación anual ha llegado al 9,2% y está lastrando el gasto de los consumidores, especialmente para los hogares de bajos ingresos, ya que los precios de los alimentos han subido un 26% interanual. Negociaciones recientes dieron como resultado un aumento del 10% del salario mínimo, mientras que el crecimiento salarial en los sectores manufacturero y minorista ha sido sólido. Si bien Colombia tiene solo una pequeña exposición comercial y financiera directa a Rusia y Ucrania, es un importante exportador de materias primas y los precios más altos del petróleo y los minerales han reforzado las exportaciones y los resultados fiscales.
Las políticas monetarias y fiscales se endurecen durante 2022 y 2023
La tasa de política monetaria ha aumentado en 425 puntos básicos desde 2021 y el endurecimiento se ha acelerado este año. Es probable que las presiones inflacionarias de base amplia requieran mantener este ritmo acelerado a niveles restrictivos del 8 % y luego mantener las tasas de interés estables hasta fines de 2023. La política fiscal ha pasado de un apoyo sin precedentes a una consolidación gradual a medida que la recuperación se acelera. El apoyo excepcional a los ingresos para los hogares vulnerables se mantendrá hasta fines de 2022, mientras que otras áreas de gasto están preparadas para una consolidación significativa, incluida la inversión pública y los gastos generales de servicios públicos. La consolidación fiscal está destinada a acelerarse en 2023, si la administración entrante cumple con los planes fiscales actuales. La mejora de los resultados fiscales reforzará la confianza, después de que la deuda pública bruta haya aumentado al 62 % del PIB en 2021, frente al 50 % en 2019.
A pesar de la desaceleración, el crecimiento seguirá siendo sólido
El crecimiento moderado se reanudará en 2022, con una ligera aceleración hasta 2023. El consumo privado cobrará impulso en 2023 a medida que disminuya la alta inflación y el desempleo. La inversión será impulsada por un sector de la construcción fuerte atenuado por condiciones financieras más estrictas. Las exportaciones primarias de petróleo y minería se beneficiarán de los altos precios globales, al menos temporalmente, lo que también apoyará la inversión en estos sectores. Los riesgos potenciales rodean la adherencia a los planes fiscales, dado que una parte significativa del ajuste fiscal planeado deberá ser implementado por la próxima administración. Los cambios repentinos de sentimiento en los mercados financieros globales, posiblemente relacionados con cambios en las tasas de interés globales, podrían aumentar los costos de financiamiento y afectar los flujos de capital de cartera. Estos han sido volátiles en el pasado reciente, aunque el impacto ha sido amortiguado por reservas considerables y acceso continuo a financiamiento multilateral.
Una reforma ambiciosa podría abordar los cuellos de botella estructurales y mejorar la equidad
La pandemia ha exacerbado los desafíos anteriores de pobreza, desigualdad e informalidad del mercado laboral, al tiempo que ha interrumpido la educación de muchos niños hasta por 18 meses. Curar estas cicatrices requerirá un gasto adicional en protección social, salud y educación. Esto requiere movilizar ingresos públicos adicionales, al igual que mantener niveles adecuados de inversión pública. También brinda una oportunidad para una reforma progresiva del sistema tributario y sus exenciones generalizadas y tasas especiales, la mayoría de las cuales favorecen a los más acomodados. Reemplazar las cargas de seguridad social sobre los salarios del sector formal con ingresos fiscales generales reduciría los altos costos laborales no salariales y frenaría la informalidad laboral, que actualmente afecta al 60% de la fuerza laboral. Una revisión significativa del fragmentado sistema de pensiones podría aumentar su limitada cobertura actual y reducir la pobreza en la vejez, mientras que los programas fragmentados de beneficios en efectivo podrían fusionarse en uno universal.
Vea el documento original en inglés acá: