Por:

ELIÉCER BERMÚDEZ P. DIRECTOR – CORJIREH

Dentro del nuevo ecosistema mundial y las nuevas formas de prestación de servicios financieros, transitamos por un periodo de altísima innovación, tal como pasó hace 20 años en la industria de la música y la fotografía, y hoy, en la industria del transporte con UBER y otras plataformas, también lo está viviendo la actividad crediticia, donde la velocidad es el factor diferenciador.

La pandemia del CORONAVIRUS está poniendo en evidencia la debilidad y obsolescencia de nuestros canales de información tradicionales, las mismas limitaciones tecnológicas de nuestras EMPRESAS DE ECONOMÍA SOLIDARIA impiden, en esta crisis, que estemos en capacidad de gestionar rápidamente (remotamente fuera de nuestras oficinas) las demandas de crédito, los procedimientos, en la mayoría de nuestros casos, son lentos, engorrosos y además no están enfocados            en           las necesidades de los asociados, ya que tampoco contamos con bases de datos      actualizadas.

Las consideraciones señaladas en la circular externa (#12) de marzo 19 de 2020 (SUPERSOLIDARIA) relacionadas con la situación de emergencia del COVID-19, en la cual se solicita “evaluar el estado de la infraestructura tecnológica, controles de ciberseguridad, capacidad de monitoreo y canales digitales” es una clara señal para nuestras entidades, que el mundo cambió. La transformación digital como reto y oportunidad es irreversible.

Información inteligente (crédito)

Todo el proceso de crédito está cambiando, una aprobación de crédito se realizará en tres (3) minutos. En la rapidez y agilidad estará la diferenciación, frente a un proceso que hoy se toma varios días.

Implementar modelos de aprobación de crédito, clasificación del riesgo y fijación de planes de amortización, a partir de herramientas digitales, sin perder la esencia  humana de nuestros servicios, es el gran reto.

Nuestras entidades deben establecer un marco estratégico y evaluar el impacto que tendrá, en su desempeño, la transformación digital como una solución innovadora que puede aportar elementos positivos a las empresas hacia el futuro.

Teniendo presente el uso de nuevas tecnologías en los servicios financieros, y la experiencia del sector de economía solidaria en la convergencia a normas NIIF realizada durante el periodo 2013 – 2015, debemos resaltar que en la época que estamos viviendo no se puede improvisar en la implementación de soluciones digitales como son Software o aplicaciones digitales que no están diseñadas para nuestras entidades y que sobredimensionan el manejo de información, originando, un lucro cesante y una subutilización del recurso tecnológico.

Adicionalmente, se debe considerar que el uso de esta tecnología implica revisar lo relacionado con riesgos novedosos como son los emergentes (aquel sobre los que no existe suficiente información).

Finalmente, el rápido avance de las finanzas alternativas (FINTECH) que están revolucionando la prestación de servicios financieros, presenta una gran amenaza a través de las BIGTECH (Apple, Google, Facebook y Amazon) que ya tienen en su mira ingresar al negocio financiero. Además, las nuevas formas de gerenciar están relacionadas con las nuevas generaciones (Milenials) que deben ser vinculadas en nuestras empresas para facilitar este nuevo cambio tecnológico.