En Colombia está todo por hacer en materia de cooperativismo

“Me encanta la buena cantaleta cooperativa” Alveiro Monsalve Zapata.

Alveiro Monsalve Zapata se declaró convencido de que una educación dirigida a la construcción de una cultura de la solidaridad sería la mejor alternativa que podría desarrollar las empresas solidarias y de esta manera fortalecer su presencia en la sociedad.

El economista destacó, que aunque los resultados financieros son importantes para determinar la solides de las empresas cooperativas, el sector todavía se encuentra pendiente de trabajar la conciencia solidaria entre los grupos de asociados y entre cooperativas.

“Hay que construir una cultura de la solidaridad; cultura de la cooperación asociativa. Ante los manidos discursos de educación cooperativa, tenemos que empezar por construir tejido solidario; tejido de cooperación asociativa. Hay que crear un microambiente en cada cooperativa, para que haya conciencia solidaria, de ayuda mutua, siempre, con la idea de que esta organización cooperativa es de nosotros, es para nosotros y a todos nos duele, a todos nos interesa, entonces con esa conciencia de la solidaridad construiremos educación”, dijo.

Hay que meterse a los barrios y el campo

Monsalve Zapata destacó que hay pequeños logros sobre el tema, pues de dos años para acá la Superintendencia de la Economía Solidaria empezó a pedir información sobre la gestión social; que es diferente al balance social. Es una herramienta de medición inherente a la cooperación asociativa. Entonces se empieza a evidenciar el equilibrio entre lo social y lo financiero. Eso es lo que hará buenas cooperativas con buenos administradores.

“Mientras se sigue haciendo énfasis en lo financiero, ahora hay cierta conciencia de conocer los resultados de la gestión social, que prefiero llamarla así, antes que balance social. En medio de esta pandemia y en medio de esta cuarentena, las cooperativas de cierto tamaño con cierta capacidad han mostrado ayudas financieras a sus asociados. Pero a faltado, posiblemente, más campañas sociales, visitar al asociado, estar con él. Que no se vea tanto el tema de que le ampliamos los plazos, que le bajamos la tasa de interés. Es insistir en este tema, nos a faltado más gestión social”, dijo.

En su cuestionamiento el profesor señaló que las empresas cooperativas se han desarrollado entre grupos de asociados pensando en su propio beneficio. Donde el común del asociado se pregunta… – y si entró a esta cooperativa qué me dan? Entonces la reflexión también se debe entender en lo que doy a la cooperativa y desde las cooperativa al resto de la sociedad. Este es uno de sus principios. El interés por la comunidad. Es tal vez uno de los principios que se practica menos.

“No quede duda de que ha hecho falta mucha presencia real y física en las comunidades, excluidas. La gente más pobre, los que como resultado de esta pandemia, quedan, sin empleo, no se trata apenas de llevar mercaditos, hay que llevar la cooperativa hasta donde ellos están”, insistió.

Alveiro Monsalve destacó el ejemplo del obispo catalán Pere Casaldàliga, uno de los promotores de la Teología de la Liberación, quien dedicó toda su vida al trabajo por las comunidades indigenas de la Amazonía brasileña, contribuyendo a la construcción de escuelas y centros de salud, carreteras para indigenas y campesinos. Casaldàliga falleció el pasado ocho de agosto a los 93 años.

“Se metió el obispo Pedro a la Amazonía, toda su vida, unos 70 años y él siempre entendió que de nada sirven estos principios, estos valores, si no nos metemos a las comunidades más pobres. Eso debería ser el cooperativismo meterse a la realidad de los barrios más pobres de las comunidades rurales. Eso sí es hacer cooperativismo, no hacer cooperativas de nosotros para nosotros y quedarnos ahí, sin el interés por la comunidad”, dijo Monsalve Zapata.

El cooperativismo no es otra cosa que el ambiente para que surja el homos solidario es uno muy, un sujeto emergente Qué es eso lo tenemos tal vez en nuestra conciencia, pero estamos dormidos ¿Cómo lograr sacar eso el Homo solidario? Es a través del cooperativismo. insistió.

La reactivación con el ser humano en el centro

El analista destacó que este período de confinamiento está enseñando a muchas personas a superar diferencias y aceptar modelos que dejan atrás el individualismo. Muchos se cuestionan las características del capitalismo a ultranza. Mientras otras organizaciones que buscan su supervivencia han reconocido en los modelos de colaboración la alternativa para responder a las nuevas condiciones.

“Lo bueno que hay en los grandes, medianos y pequeños empresarios debe ser retomado. Pero el mundo está anhelando dos cosas fundamentalmente: una, que el eje de todo sistema social económico político cultural institucional sea el ser humano, no el capital y hacia allá vamos, con una mayor conciencia, y lo otro, que todas las acciones están orientadas a cuidar la tierra. La casa común, a cuidar el medio ambiente, el hábitat donde estamos. Por eso yo hablo de microhábitats solidario. ¿Raro, no? O habló también de sistemas ecológicos solidarios, pero también se habla del territorio solidario.

“Hay que trabajar para que el mundo se transforme, la educación es una estrategia de transformación social y económica; debemos utilizarla como una verdadera estrategia. Hay que trabajar estrategias didácticas, pero la estrategia educativa es la que va a ayudarnos a transformar el individuo y la comunidad la región el territorio y todo el mundo global”, concluyó Monsalve Zapata.