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noviembre 14, 2024
EDITORIAL OPINIÓN

LA ESCUELA DE CHICAGO PERDIÓ EL CURSO

Por: Gestión Solidaria

Ningún ismo tiene la razón total. Un poquito de unos, un poquito de otros. Un nuevo contrato social se está gestando. Pero hay que tener cuidado de no llegar a desembocar en caudillos que después recurran a modelos como la República, el Imperio o la monarquía constitucional, ahora camufladas bajo elecciones trucadas, que le garantizan el título de demócratas.

Me ha llamado particularmente la atención el caso chileno, donde miles de personas hastiadas de ser consideradas como simples compradores, de empresas que controlan todos los aspectos de su vida y manejan sus emociones y necesidades, en la búsqueda de una eficiencia macroeconómica, salieron a la calle a pedir un cambio de modelo.

Inmediatamente los instintos de quienes ven, incluso han vivido, la otra orilla, se alteran y ellos señalan que se caerá en un modelo socialista, caracterizados por un Estado ineficiente, que redistribuye la pobreza y lleva al empobrecimiento del pueblo bajo las más bajas herramientas de propaganda, evitando el desarrollo personal y el crecimiento de los capitales.

Todavía por estos lares consideramos que la democracia es el derecho a votar. Elegir unas castas superiores que pueden indicar hacia dónde ir como sociedad. Entonces, hasta ahí llega la participación del ciudadano. Ni a la reunión de la junta de acción comunal se va con convicción, para ello es necesaria una multa.

Nuestro pensamiento se adhiere por identificación a un grupo o bando. Y de manera perezosa y sin ningún proceso de autocrítica, vegeto ahí y delego en el caudillo, vocero o imagen icónica un resumen de mis pensamientos. He sido minimizado a ser un participante, militante y si salgo a marchar con camiseta hasta activista. Estoy por dentro, pero no en la rosca.

Los chilenos han padecido un proceso de sometimiento, que los ha seducido con hermosas imágenes de progreso y desarrollo. Para ellos cada ciudadano de ese país ha sido endeudado sistemáticamente. Es así que según medios de ese país cada ciudadano, aparte de su documento de identificación tiene una tarjeta de crédito. Pero que curioso, la mayor compra con ese sistema es de carne molida y cada libra se difiere a doce meses. Como han progresado.

Este nuevo pacto social, será el resultado de una inconformidad generalizada, cuando los compradores del mundo dejen de desear productos y servicios que en realidad no necesitan. El lingüista Avram Noam Chomsky señaló, de pronto, de manera apocalíptica, que la creación de una población mundial de solo compradores es un plan maquiavélico, creado hace décadas para poder llegar al manejo de grandes poblaciones, como identificaron las clases dominantes con la consolidación de la era industrial, ahora tecnológica. “Es mejor tener clientes que esclavos”.

El modelo podría ser una vía media. Donde los impuestos sean destinados para el bienestar de lo social, donde el Estado cree las condiciones para una competencia abierta e imparta justicia, pero donde éste también participe en la seguridad social. No todo puede ser negocios. También tiene que existir asistencia a la población. Donde la discusión de lo tributario y la inversión debe pasar por lo local, curioso esto, en un mundo cada vez más pequeño e interconectado. Y donde ninguno de los ismos se asiente de manera tan cómoda que imponga la eliminación de quienes no piensen como su dirigencia.

¿Usted conoce un sistema de participación que permita sentar las bases de este modelo y que democratice el capital y los bienes de capital, incluida la tierra?

Foto: Milton Friedman / cortesia Blog de CaixaBank

 

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