Productos para el agro y para pensionados serán objetivos para 2018: Asomicrofinanzas
De acuerdo con la encuesta diseñada por el Departamento de Estabilidad Financiera del Banco de la República en asociación con Asomicrofinanzas, en los municipios urbanos y rurales se realizaron desembolsos por 7.6 billones y por 1.8 billones de pesos respectivamente en casi 2.400.000 operaciones, lo que arroja un promedio por desembolso de 3.900.000 millones de pesos, mostrando así la profundización financiera, el impacto del microcrédito y su apoyo a la población colombiana en todas las regiones del país.
Un estudio entre el gremio Asomicrofinanzas y la Corporación Andina de Fomento, CAF, busca determinar cuál es el comportamiento de los pequeños negocios y sus gestores frente a la economía del país, pues contrario a lo que se supone que están atados los unos a los otros lo que se podría determinar es que son anticíclicos.
María Clara Hoyos Jaramillo, presidenta ejecutiva de Asomicrofinanzas explicó que unos siete millones de colombianos aun no son atendidos por el sector microfinanciero, lo que abre la posibilidad para la intervención directa de las entidades de este sector.
De igual manera, unos 9,7 millones de negocios que por cuenta propia se realizan en Colombia abren el abanico de oportunidades para el desarrollo de un mercado microfinanciero mucho más potente y que en muchos casos está atendido por la informalidad como el gota a gota.
Los productos que se requieren para la población que aún no está atendida van desde el ahorro, transacciones, seguros, créditos y otros que podrían ser desarrollados con algún grado de sofisticación y plataformas adecuadas.
La ejecutiva explicó que la situación difícil del microcrédito se inició hace unos dos años, “por eso es que estamos haciendo un estudio con el apoyo de la CAF, para poder saber el caso colombiano, porque las finanzas del microcrédito son cíclicas y anticíclicas o se anticipan a los ciclos difíciles. Entonces desde hace dos años empezamos a ver en el microcrédito especialmente que se está empezando a deteriorar la cartera y la situación de los microempresarios se está dificultando. Esto se inicia cuando se empezó la crisis del petróleo y en las regiones petroleras los primeros en golpearse fueron los microempresarios y eso repercute en el resto del país”, dijo.
María Clara Hoyos advirtió que en este momento se aprecia con preocupación un leve deterioro de todos los sectores del país. Así también los ha visto especialmente la Superintendencia Financiera con el deterioro de todas las carteras, donde uno ve que el microcrédito ya se estabilizó. “Tenemos, además, tareas muy importantes porque el número de deudores de microcrédito no ha crecido en la medida que queríamos que creciera. Eso en gran parte viene como un efecto del deterioro de cartera donde hay muchos casos de castigo, lo que nos preocupa porque nosotros en microfinanzas tenemos una función social, no es simplemente una función de dar rentabilidad y tener una entidad en punto de equilibrio sino hay una función social, porque un gran número de estos microempresarios estaba en manos del gota a gota y se ha logrado sacarlos de ahí”.
Las entidades desde hace dos años iniciaron un proceso para apretar sus políticas para el otorgamiento del microcrédito, de ahí la necesidad de adelantarlo para determinar si esto es anticíclico, es decir, cuando la economía iba bien se empezó a ver el deterioro de la cartera y en este momento en que la economía está pésima es cuando los microempresarios están saliendo adelante. En ese sentido y con los pronósticos de la economía para el año entrante, que aparecen como optimistas, a pesar de que los resultados son un poco bajos y los microempresarios sí están empezando a crecer. Y es ahí donde uno empieza a ver una tendencia un poco distinta del microempresarios frente al comportamiento de la economía.
Productos para el campo
Body text> Hoyos Jaramillo destacó que para el 2018 el sector del microcrédito tiene un reto grandísimo, diseñar productos para apoyar todos los nichos donde desarrolla su actividad como son los negocios productivos; por cuenta propia, que son unos 9,7 millones en el país según el DANE; los independientes, no solamente con microcrédito, también con una mayor eficiencia y reducción de costos en transacciones.
“Pero el reto más importante posiblemente es el del desarrollo rural y ahí estamos trabajando, día a día, porque si queremos que haya paz en nuestro país tenemos que ofrecer créditos y asistencia técnica en esas regiones que tanto lo necesitan”, dijo.
Un ejemplo es el cacao, donde ya hay varias entidades trabajando y los mismos microempresarios de esas regiones, “hay personas que cultivan una o tres hectáreas. Estamos hablando de cosas pequeñas. En muchos casos están sustituyendo la coca por cacao. El cacao de las regiones bien manejado y bien manipulado ha tenido los mejores puestos de calificación, por ejemplo, en Francia”.
“Aunque los cultivos ilícitos se incrementaron de 96.000 hectáreas en 2015 a 146.000 hectáreas en 2016 y se siguen concentrando principalmente en Norte de Santander, Nariño y Putumayo, sitios en los cuales han tenido tradicionalmente presencia activa, el reto está en cómo derrocar esos cultivos ilícitos y sustituirlos por cacao a través de un medio: la industria de las microfinanzas”, señaló el gremio.
Nuevos nichos
Otro de los nichos que necesita una atención y el diseño de productos especializados es la franja de la población pensionada que en muchos casos es pobremente atendida por el sector financiero y de microfinanzas.
Explicó la ejecutiva que mientras muchas entidades se concentran en la colocación de recursos, uno de los retos más importantes podría estar en los costos de las transacciones, lo que se refleja por la falta de productos adecuados para esta población, “si a este público le cuesta mucho cada transacción y ahorrar, porque le debitan de su cuenta una serie de costos o por cada transacción que hace le cuesta mucho, no estaríamos enfrentados a estas dificultades”, dijo.
A lo anterior se suma la necesidad de controlar el manejo de efectivo en muchas regiones, por los riesgos de atracos y los riesgos de orden público al que maneja efectivo. En el tema transaccional, se necesita tener productos que no cuesten, porque en la medida en que sean costosos esos productos iremos avanzando en ese sentido.