Hablemos del estudio económico de la OCDE: Colombia 2024

Octubre 2024
Por: Ricardo Lozano Pardo
Consultor empresarial
Perspectivas económicas: Retos inmediatos y oportunidades estratégicas.
En esta oportunidad resulta interesante, y sobre todo importante, darle una revisión analítica al Informe de la OCDE sobre Colombia, estudio de reciente publicación (ver pie de página) pues es un ejercicio fundamental para la toma de decisiones empresariales bien informadas, aspecto que se recalca como necesario al interior de los Consejos de Administración del Sector Solidario y especialmente en el sector cooperativo con actividad financiera, para que estén sintonizados con la realidad y con el futuro de la economía del país. Veamos entonces qué podemos extraer de dicho documento:
El Estudio Económico de la OCDE 2024 presenta una evaluación detallada de las condiciones económicas de Colombia, destacando una recuperación moderada tras los efectos de la pandemia, pero con importantes desafíos estructurales que limitan el crecimiento. A pesar de una política monetaria activa que ha permitido reducir la inflación, Colombia sigue enfrentando obstáculos relacionados con la baja inversión, la informalidad laboral y las disparidades regionales.
1. Desaceleración económica tras la recuperación post-pandemia.
Después de un repunte significativo en los años 2021 y 2022, con crecimientos del 10,8% y 7,3% respectivamente, el crecimiento de Colombia se desaceleró drásticamente en 2023, alcanzando solo el 0,6%, impulsado por políticas macroeconómicas restrictivas, una desaceleración del crecimiento global y un debilitamiento de la inversión privada. Las perspectivas para 2024 y 2025 apuntan a una mejora gradual, con
un crecimiento proyectado del 1,8% en 2024 y del 2,8% en 2025, a medida que se flexibilicen las condiciones financieras y la inversión privada comience a recuperarse .
2. Inflación en descenso, pero persisten los riesgos.
La política monetaria restrictiva del Banco Central ha sido clave para reducir la inflación, que cayó del 13,3% en marzo de 2023 al 6,1% en agosto de 2024. Se proyecta que esta continúe bajando hasta alcanzar la meta del 3% para finales de 2025. Sin embargo, persisten riesgos a la estabilidad macroeconómica, incluyendo la posibilidad de anomalías climáticas, tensiones geopolíticas y una mayor incertidumbre en los mercados internacionales.
3. La baja inversión frena el crecimiento.
Uno de los principales retos para Colombia sigue siendo la baja inversión. Tras el fin del auge de los precios de las materias primas en 2015, la tasa de inversión ha caído consistentemente, afectando el potencial de crecimiento económico y la productividad. En 2023, la relación inversión/PIB se redujo a un 17,8%, uno de los niveles más bajos entre los países de la OCDE. Esta caída afecta directamente el desarrollo de
infraestructura y la capacidad del país para aprovechar oportunidades emergentes como el Nearshoring (estrategia empresarial de relocalizar
parte o toda la producción en un país vecino o cercano) y la diversificación económica.
A pesar de estos retos, la OCDE señala que la inversión extranjera directa (IED) alcanzó un récord histórico en 2023, con 17.000 millones de dólares invertidos, lo que indica que aún existe confianza en el potencial a largo plazo de la economía colombiana. Además, se espera que cuatro nuevos proyectos de infraestructura bajo el esquema «5G» comiencen a implementarse pronto.
- Mercado laboral resiliente, pero con alta informalidad.
El mercado laboral colombiano ha demostrado cierta resiliencia, con una recuperación significativa en la creación de empleo tras la pandemia. Sin embargo, la tasa de desempleo sigue siendo alta, proyectada en un 10,5% para 2024, y la informalidad laboral, que afecta al 56% de la población trabajadora, sigue siendo uno de los principales obstáculos para el crecimiento de la productividad y la mejora en los ingresos fiscales.
Para abordar este problema, la OCDE recomienda implementar una estrategia integral que incluya reducciones en las contribuciones a la seguridad social para los trabajadores de bajos ingresos y mejoras en el cumplimiento de las leyes laborales y tributarias. Esta medida podría reducir los costos de creación de empresas formales y, al mismo tiempo, ayudar a disminuir la informalidad.
- Disparidades regionales: Un freno para el crecimiento inclusivo.
Colombia enfrenta una gran desigualdad regional en términos de ingresos y productividad. Las regiones más pobres presentan brechas significativas en infraestructura, acceso a financiamiento y calidad educativa, lo que limita su capacidad de converger con las zonas más desarrolladas del país. Estas diferencias estructurales se han visto agravadas por el conflicto armado, que ha afectado de manera desproporcionada a las áreas rurales.
Para superar estos desafíos, la OCDE insta a mejorar la infraestructura de transporte para reducir los costos de logística y facilitar la integración regional. Asimismo, señala que es crucial reforzar la capacidad fiscal y administrativa de los gobiernos subnacionales para que puedan gestionar mejor sus recursos y mejorar la provisión de servicios.
- Reforma fiscal y sostenibilidad de la deuda
El reporte enfatiza la necesidad de prudencia fiscal para mantener la sostenibilidad de la deuda pública. A pesar de los esfuerzos por reducir la deuda desde su máximo del 65% del PIB durante la pandemia hasta el 57% en 2023, los costos de financiamiento siguen siendo altos, sobre todo tras la pérdida del grado de inversión en 2021. Se necesitan reformas tributarias más amplias que permitan aumentar los ingresos fiscales sin comprometer el crecimiento económico.
Colombia ha implementado 21 reformas tributarias en las últimas dos décadas, pero los ingresos fiscales siguen siendo bajos, situándose en un 22% del PIB, por debajo del promedio de la OCDE. Una reforma fiscal integral, que reequilibre la carga entre empresas e individuos y simplifique el sistema tributario, podría estimular la inversión y aumentar la progresividad del sistema.
- Transición verde: Oportunidades y desafíos
Colombia enfrenta una triple transición climática: lograr la neutralidad de carbono para 2050, mejorar la resiliencia ante el cambio climático y transformar su economía para adaptarse a la caída de la demanda mundial de petróleo y carbón. La OCDE destaca que, a pesar de su matriz energética limpia, basada en gran parte en energías renovables, el país necesita acelerar sus esfuerzos en energía renovable, lucha contra la deforestación y mejora de la seguridad energética.
Además, señala que la transición verde presenta una oportunidad única para diversificar la economía y crear empleo, pero que será necesaria una mayor inversión, tanto pública como privada, para impulsar estos sectores y cumplir los objetivos climáticos.
En resumen, el informe de la OCDE subraya la necesidad de reformas estructurales profundas para que Colombia pueda superar sus barreras al crecimiento y aprovechar las oportunidades emergentes. A corto plazo, las prioridades incluyen la reducción de la inflación, el impulso a la inversión y el fortalecimiento de las finanzas públicas. A mediano plazo, será crucial que el país aborde las disparidades regionales, la informalidad laboral y las reformas en el sistema fiscal para garantizar un crecimiento inclusivo y sostenible.
Además de lo anterior, el informe de la OCDE sobre Colombia 2024 destaca varias medidas y políticas económicas, fiscales y monetarias que el país debería adoptar en el corto plazo para enfrentar los desafíos actuales y reactivar la economía.
- Política monetaria gradual y prudente: El Banco de la República ha mantenido una política monetaria restrictiva para controlar la inflación, que alcanzó su máximo de 13.3% en marzo de 2023, y luego disminuyó a 6.1% en agosto de 2024. La OCDE recomienda un relajamiento gradual de la política monetaria basado en datos para facilitar una convergencia hacia la meta inflacionaria del 3% para finales de 2025.
- Consolidación fiscal para la sostenibilidad de la deuda: Se resalta la importancia de continuar con la consolidación fiscal para mantener la deuda pública en niveles sostenibles. A pesar de haber reducido la deuda al 57% del PIB en 2023, se subraya la necesidad de mantener el cumplimiento de la regla fiscal, particularmente ante los altos costos de financiamiento desde que Colombia perdió su grado de inversión en 2021.
- Revisión y reasignación del gasto público: Mejorar la eficiencia del gasto público es una prioridad. La OCDE insta a realizar revisiones sistemáticas del gasto para reducir ineficiencias y reasignar recursos a sectores clave como infraestructura y proyectos relacionados con el cambio climático, además de mejorar la focalización del gasto social, que actualmente beneficia a un gran porcentaje de hogares no pobres.
- Reformas estructurales y fiscales: Para mejorar la reactivación económica, se destacan las reformas fiscales, como la implementación de la reforma tributaria de 2022, que se estima incrementará los ingresos en un 1% del PIB en 2024. A mediano plazo, se necesitarán nuevas reformas para aumentar aún más la recaudación y hacer el sistema más equitativo.
Estas políticas económicas y reformas propuestas por la OCDE están alineadas con la necesidad de abordar desafíos estructurales que incluyen la baja inversión y la alta informalidad, al tiempo que se mantiene la estabilidad macroeconómica y se fomenta un crecimiento más sostenible.
En el informe de la OCDE sobre Colombia 2024, se comparan varios indicadores económicos del país con los promedios de los demás miembros de la OCDE, proporcionando una perspectiva clara sobre las áreas de rezago y las oportunidades de mejora.
Indicadores clave comparativos:
- PIB per cápita: Colombia sigue teniendo uno de los niveles más bajos dentro de la OCDE, tanto en términos de producción como de productividad por trabajador. A pesar de haber triplicado su PIB per cápita desde los años 90, la productividad por hora trabajada es la más baja entre los países miembros.
- Desigualdad de ingresos: El coeficiente de Gini en Colombia, un indicador clave de la desigualdad, se sitúa en 0.515, muy por encima del promedio de la OCDE de 0.316, lo que refleja una alta concentración de ingresos y persistentes desafíos en términos de equidad.
- Educación: Los resultados de Colombia en las pruebas PISA, que miden competencias en lectura, matemáticas y ciencias, se encuentran significativamente por debajo de la media de la OCDE. Por ejemplo, en lectura, Colombia obtuvo un puntaje de 409, mientras que el promedio de la OCDE es 476.
- Gasto público en salud: Colombia gasta un 8.1% de su PIB en atención médica, un porcentaje cercano al promedio de la OCDE (9.2%), lo que refleja un esfuerzo importante, aunque persisten desafíos en términos de calidad y acceso.
Estos indicadores destacan áreas clave en las que Colombia debe mejorar para converger con los países de la OCDE, como la productividad, la desigualdad de ingresos y los niveles educativos. Desde el Sector Solidario debemos Pensar, Concretar y Actuar en qué se puede hacer en los diferentes retos planteados.