Para el primer trimestre de 2022 continúa la crisis de contenedores
Por: María Fernanda Valero
Consultora en Comunicaciones
Luego de más de un año de dificultades para la cadena global de suministros, que incluyeron la logística marítima, terrestre y aérea, y que derivaron en la llamada crisis de los contenedores, para finales de 2021 la situación comenzó a mejorar pero su recuperación total no se alcanzará a dar ni en el primer trimestre de 2022.
Según la compañía danesa Maersk, la segunda más importante del mundo en tráfico de transporte marítimo, la crisis continúa en pleno pues, para ellos, el 2022 despierta con cuellos de botella en aumento en distintos puertos del mundo debido a los nuevos brotes de la variante Ómicron del Covid 19.
En Colombia, de acuerdo con la Superintendencia de Transporte, durante el periodo de enero a junio del 2021, las zonas portuarias movilizaron en total 81,1 millones de toneladas, registrando una variación negativa del 10%, equivalente a 8,8 millones de toneladas menos en relación con el mismo lapso del año 2020.
Según Oscar Villarruel, socio de Auditoría de la firma Crowe Colombia y autor del informe La cara oculta detrás de la crisis de los contenedores: Cadena de suministro global en alerta, “es claro que las perturbaciones causadas por la pandemia del Covid-19 tendrán un impacto duradero en el transporte y el comercio. Estas perturbaciones pueden causar cambios profundos en el panorama operativo del transporte marítimo desde 2022, en los posibles cambios en los patrones de la globalización y en el diseño de la cadena de suministro”.
Citando a Bloomberg, el informe de Villarruel asegura que para diciembre de 2021 el 77% de los puertos del mundo seguían experimentando tiempos de espera atípicamente largos y en pleno mes de diciembre, decenas de barcos aún permanecían inactivos y anclados frente a las costas de los puertos estadounidenses y chinos a la espera de espacio.
Este desbalance se da en gran parte por la alta demanda de las economías más desarrolladas, y en nuestro continente es Estados Unidos el más afectado, pero también el que más afecta a Colombia, pues en puertos como el de Los Ángeles, aún se forman colas de hasta 40 buques con más de mil contenedores a bordo y retrasos de 38 a 45 días para su cargue y descargue.
Como consecuencia de este “mega trancón”, el experto de Crowe Colombia, segura que “nunca en toda la historia del transporte marítimo, se había conocido un aumento tan desproporcionado de los fletes, que en agosto de 2021 llegó a crecer hasta en un 500% frente al año anterior. De ahí que, en toda Sudamérica, el promedio del flete hoy se eleva hasta los 20.000 dólares, cifra que hace unos años no llegaba a los 2.000. En el caso puntual de nuestro país, el costo de los fletes ha pasado de los 1.400 dólares en junio de 2020 a los 15.000 dólares en agosto de 2021”.
Todas estas evidencias demuestran que la cadena de suministro global, realmente es muy frágil y que interrupciones como las que venimos enfrentando han puesto en jaque no sólo a los fabricantes, proveedores y grandes distribuidores sino a los negocios medianos y pequeños, y por extensión a todos los consumidores y al mismo crecimiento económico de los países.
De acuerdo con el informe La cara oculta detrás de la crisis de los contenedores: Cadena de suministro global en alerta, esta crisis lleva a replantear estrategias como la relocalización a través del nearshoring, mecanismo por el cual una empresa transfiere sus procesos de negocio o de tecnología a terceros ubicados en países cercanos e incluso fronterizos.
Colombia
Teniendo en cuenta que los puertos de Cartagena con una participación del 56,3%, Santa Marta con 10.9% y Buenaventura con un 15,3%, aglomeran el mayor tráfico de buques portacontenedores en Colombia, han sufrido también el elevado costo de los fletes, los productos importados vienen presentando un precio más alto para el consumidor, afectando directamente la inflación del país.
En concepto de Oscar Villarruel, experto de Crowe, “La escasez de contenedores vacíos para mover hacia América Latina está claramente ligada a la operación logística de los puertos de origen y de tránsito, ocasionando que la inflación aumente debido a la mayor demanda de productos y a las altas expectativas en el consumo interno”.
“De otro lado, la exportación de productos colombianos, que dinamiza la economía y, a su vez reactiva el comercio y el consumo, ha tenido efectos negativos cruciales. Productos como el café que, usualmente usan como puerto de salida a Buenaventura, han visto afectada la cadena logística, debido a que los fletes de tránsito marítimo por el Pacífico se han incrementado y las grandes navieras han suspendido la llegada de buques a este puerto”, afirma Villarruel.