
¿Y del efectivo qué?
Por: Alfredo Alzate Escolar
Gestión Solidaria
Editorial 171
En las calles de Madrid, buena parte de Francia, algo de Alemania y Lisboa. Muchos se preguntaron a qué hora iba a llegar la energía eléctrica. Fueron varias horas del 28 de abril. Hace apenas algunas horas.
La radio recuperó su importancia, la gente se volvió a reunir en torno al aparato. Otros, atrapados en los ascensores eran rescatados y el civismo permitió que las plantas de los almacenes se usaran para alimentar los semáforos más cercanos. Cientos de historias muestran un mundo aparentemente detenido. Aunque en América Latina esos cortes son cotidianos.
Mientras los gobiernos locales implementaron sus planes de comunicación para tranquilizar a la población. Así fuera con un simple mensaje de: “Estamos trabajando para solucionarlo”.
Pero uno de los temas que quedó sobre la mesa es: si los cajeros, los monederos, el internet, están desconectados. ¿Con qué pagar lo básico? …
Algunos se aprovisionaron en los supermercados. Nadie sabía cuánto tiempo iba a durar el corte de luz.
¿Y del efectivo qué?
Quienes tenían algo de efectivo pudieron reaccionar. Comprar alimento, pagar un taxi, lo básico para ese momento.
Para quienes quieren llevar, poco a poco a la humanidad a liquidar el efectivo y convertir el dinero en una operación electrónica, vieron como su propuesta tiene un nuevo contraargumento hoy.
¿Y si no hay energía, cómo voy a pagar lo básico?