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septiembre 6, 2024
EDITORIAL

La nueva banca mundial ya está construida

Por: Alfredo Alzate Escolar

Gestión Solidaria 

Edición 160 – Junio de 2024

250.000 dólares vale un centro de servidores básico para que la inteligencia artificial pueda operar. De ahí que durante los últimos días la
acción de Nvidia, la empresa encargada e construir las tarjetas gráficas para que el modelo funciones se mantenga al alza. Mucho más cuando las fintech están ganando espacio en los mercados financieros mundiales y las redes  sociales podrían convertirse formalmente, si las legislaciones lo permiten, en entidades financieras.

Entonces las cuentas no estarán atadas a la identificación de ciudadanía del individuo sino a su correo electrónico, su huella, el iris y el tono de su voz. En poco tiempo el banco o las empresas financieras que conocemos podrían desaparecer. Y ser una aplicación, con cientos de soportes, detrás de las redes sociales, de cada usuario, quien las aglutinará. Autorizando de manera automática el desembolso de un crédito
o un cupo de compra para una plataforma comercial que podría ser de esa misma empresa. En un diálogo con varios expertos entre ellos Íñigo Castillo de una de estas compañías de Silicon Valley, quien asistió a la Convención Bancaria, explicaba que si antes se identificaba a un cliente en cinco segundos, ahora con la IA la operación se da en dos segundos. ¿Parecería ciencia ficción verdad?

En la lista de charlas de nuestro canal de YouTube, otros directivos nacionales explicaban que la operación de crédito se podía aprobar y llegar al desembolso por parte de una cooperativa o un fondo de empleados en un día. Lo que de por sí es un gran paso. Sin embargo, ese
servicio, que ya es eficiente, es avasallado por los 5 a 15 minutos de un crédito desembolsado a su monedero telefónico.

El monedero es un formato que ha llevado a un crecimiento del 154 por ciento en el número de adultos con algún producto financiero como señaló Paola Arias Gómez directora de la Banca de las Oportunidades. La funcionaria explicó que de 14 millones de adultos, el 50%, en 2005, tenía algún producto bancario, se pasó entonces en 2023, a que 36 de 38 millones de adultos en Colombia con algún tipo de servicio financiero, de los cuales 27,5 millones de adultos lo utilizan desde su celular.

En los jóvenes la cifra sigue en aumento. La misma directora de la Banca de las Oportunidades en la presentación del Programa de Inclusión Financiera reconoció que todavía hay necesidad del contacto con la entidad y explicó que por lo menos a un kilómetro desde su casa un colombiano puede tener acceso a un corresponsal y a menos de cinco kilómetros a una oficina de su referencia. Sin embargo los usos se
están modificando a pasos sustanciales.

En los medios de comunicación empieza  correr una promoción. De un tema que conocimos hace unos meses, donde un banco virtual internacional mostraba cómo llegó a los cien millones de cuentahabientes. El boletín fue presentado hace más de un mes, pero la publicidad, ese cacareo de los huevos, y el logro consolidado de esa entidad, golpeó los sentidos al inicio de junio, de quienes no quieren ver los pasos de la competencia en la puerta.

Para muchos el negocio financiero se mantendrá como lo conocemos. Al final “prestar plata es muy fácil”. Decía nuestro profesor Alveiro Monsalve Zapata. Pero ¿A quienes recurrirán los colombianos en el momento de pedir un préstamo o guardar su dinero? ¿Si un
poco más del 72 por ciento de esas cuentas que señalaba la directora de la Banca de la Oportunidades son de bajo monto y caben en un monedero? Mucho más cuando el contacto con el asociado es menor. Y el recordarle que como marca su empresa existe, un ejercicio
tan demandante como la operación tecnológica. Y si el banco de los cien millones de usuarios hace esa promoción sin necesidad ¿Cuánto
tiempo nos queda?

 

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