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abril 18, 2024
EDITORIAL

Financiera Comultrasan aplicó tres
enseñanzas durante el último año:
Socorro Neira Gómez

En un análisis de las condiciones impuestas por la pandemia y las medidas de confinamiento que afectaron la economía del país durante el último año, Socorro Neira Gómez resaltó como la tecnología, la formación de equipos y sobre todo comprender la nueva realidad de los asociados, es el trabajo que deben adelantar las empresas solidarias para mantener la competitividad.

“Todo esos estudios y segmentación que hicimos en el pasado, en mi criterio, hoy no sirven para nada. Porque las condiciones cambiaron totalmente, quien estaba en un estrato dos o tres hoy está perfectamente en un estrato uno. Las cifras lo muestran y por eso hoy debemos entender esta nueva realidad, para poder focalizar las estrategias, es lo que uno como directiva cooperativa percibe” dijo la ejecutiva a Gestión Solidaria.

La presidente ejecutiva de Financiera Comultrasan destacó como la empresa respondió al comportamiento de la economía en un momento en que se daba un proceso de expansión de sus operaciones, apoyadas en un fortalecimiento de su plataforma tecnológica y políticas de modernización de sus modelos de trabajo.

“Habíamos hecho pruebas para trabajo remoto y desde casa. La pandemia nos obligó a utilizar estos sistemas que estaban restringidos por las normas y los protocolos de seguridad, estábamos preparados”, dijo.

El tercer elemento que permitió responder a la crisis, y posiblemente el más importante, es la formación permanente de los equipos. Desarrollar nuevas competencias para el trabajo es fundamental para quienes tienen a su cargo alcanzar los objetivos de la Cooperativa.

El proceso


En 1962 un grupo de cooperativistas fundaron la Cooperativa Multiactiva de Trabajadores de Santander
Coomultrasan y en 2000 escindió su actividad financiera. Ahí nace Financiera Comultrasa. Hoy existen las dos empresas solidarias.

Durante estos 21 años han estado al frente de la Financiera Luis Triana Arenas, Jaime Chávez Suárez y Orlando Rafael Ávila Ruiz y desde inicio de 2020 su primera presidente ejecutiva Socorro Neira Gómez, dirigidos por un equipo especializado desde el Consejo de Administración.

La empresa de origen santandereano tiene 1054 colaboradores, con presencia en los departamentos de
Santander, Atlántico, Norte de Santander, Boyacá, César y Cundinamarca. Tiene 52 oficinas, una oficina exprés, que es de formato pequeño, siete corresponsales cooperativos y un punto cercano.

El 75 por ciento de su grupo objetivo son asociados de los estratos uno, dos y tres muchos de ellos empleados por cuenta propia, microempresarios y trabajadores informales que poco a poco han ido creciendo sus negocios y actividades acompañados por la Cooperativa.

Respondiendo a las condiciones

Socorro Neira explicó que la Financiera desde hace años venía preparándose para un escenario de trabajo remoto, desde casa y sus asociados pudieran acceder a los servicios desde plataformas tecnológicas que hicieran más fácil su vida.

“Yo siempre he dicho que la cooperativa es más papista que el papa. En materia de normas. El año pasado cuando nos declararon la pandemia y el confinamiento, nosotros ya habíamos hecho pruebas de teletrabajo. Éramos muy fuertes en la aplicación de las normas por tema de seguridad, pero cuando nos declaran la pandemia fuimos capaces de irnos el 60 por ciento de nosotros a nuestras casas a trabajar. Nunca dejamos de prestar el servicio y fuimos capaces de dar soporte a toda la organización, y ahí sí las normas que impedían el teletrabajo tuvieron que quedarse quietas y toda la organización salir a flote. Aquí tocaba salvarnos entre todos”, dijo.

Socorro Neira Gómez, presidente ejecutiva Financiera Comultrasan

La ejecutiva destacó el fortalecimiento de actividades desde la oficina virtual en asocio con empresas como Efecty, J J Pita, Coopenesa. Entre tanto las oficinas nunca han parado. “Yo tengo un símil: mientras los héroes de Colombia son los médicos, para mí los héroes de Financiera Comultrasan
son aquellas personas que han que han mantenido el funcionamiento en las oficinas todos los días.

Con este panorama la virtualización será el trabajo con mayor énfasis del sector solidario y pocas empresas destinarán esfuerzos y recursos en la apertura de nuevas oficinas físicas para los próximos años.

El futuro

El trabajo de prospección se ha dado entre sus diferentes equipos directivos y el Consejo con el acompañamiento de la Universidad Externado de Colombia. “No ha sido gratis que la cooperativa tenga planes a 10 años, Y ahora precisamente nos encontramos en la actualización de ese plan prospectivo frente a una situación que tenemos de post pandemia y todo lo que nos ha pasado del año pasado acá”, dijo.

La inversión en tecnología es una respuesta a esos planes, “para que la cooperativa pueda soportar esa responsabilidad de atender a los asociados, debemos acoplarnos a la planeación estratégica, con ellos la organización vislumbra cómo debe ser el futuro”.

Dentro de las metas está el facilitar capital de trabajo para que aquellos asociados que lo requieran puedan tener un crecimiento escalonado y sostenido. En promedio el crédito es de unos dos millones de pesos, estos recursos aportan capital, se utilizan para la compra de cartera, la adquisición de activos fijos. Las mejores condiciones financieras no solo son un respaldo para ellos directa mente, también para toda una cadena que parte de sus colaboradores, proveedores y demás actores de la economía. “así lo identifica el equipo de asesores especializados en el tema”, dijo.

En ese sentido la Cooperativa Financiera ha enfocado parte de sus recursos para el crédito agropecuario y junto a Finagro ofrece a los productores créditos blandos. El sistema se soporta
sobre un equipo especializado dirigido a las zonas rurales.

“Esa fuerza especial la llamamos Asagros. Es un grupo que ha sido formado para vender créditos en el
campo; entender que son microempresarios. Que el campesino le diga yo tengo un cultivo de yuca, de limón, de papa y estos profesionales entiendan del tema. Ellos levantan la información y pueden asesorar al productor. Entregan esa información a los analistas de la Fábrica de Crédito y los ayudan a determinar cuál es el capital adecuado para que puedan fondear sus proyectos.

“Todas estas condiciones nos imponen nuevos retos como empresas del sector cooperativo y solidario. “Es fundamental que la tengamos clara, que sepamos hacia dónde vamos y qué competencias debemos desarrollar”, concluyó.

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