Los fondos de empleados piden autorización para abrir vínculo
Ramón Darío Urrea gerente de Fedeaa, fondo que agrupa a los trabajadores de 45 aerolíneas que prestan su servicio en Colombia, advirtió que es necesario que la Superintendencia de la Economía Solidaria comprenda que es importante flexibilizar las normas para que éstas estén acordes a las nuevas condiciones del mercado.
Ante la salida de varias aerolíneas internacionales de Colombia hace algunos años la posibilidad que tuvo Fedeaa para vincular a nuevas empresas y Asociados de estas, fue lo que permitió que pasará de 70 asociados a1680, que actualmente trabajan en diferentes empresas con operaciones en el país, pero cuyo origen inicial, es en la mayoría de los casos es extranjera.
El ejecutivo explicó que teniendo en cuenta las condiciones en las que se encuentran algunas empresas el organismo de control debería considerar la posibilidad para que los fondos de empleados puedan vincular asociados que no estén directamente relacionados o contratados por una empresa en particular. De esta manera un fondo de empleados podría ser mucho más eficiente y sólido al utilizar la economía de escala, pues atendería la base social de diferentes organizaciones, pero a menor costo.
“Mantener el ahorro es fundamental para todos los asociados a los fondos de empleados y el sector solidario. Incentivarlo es la principal herramienta para poder construir muros de contención a dificultades e imprevistos como los que hemos vivido”: Ramón Darío Urrea gerente de Fedeaa
Aunque hay un parte de tranquilidad, de manera general en el sector de los fondos de empleados, pues muchos han mantenido su funcionamiento normal durante el tiempo de cuarentena, en el caso de las aerolíneas los retrasos debido los cierres de operaciones, evidencian que en unas diez empresas en particular ya hay alguna dificultad, a lo que no es ajeno todo el sector, Si no hay operaciones se afecta considerablemente los ingresos de los asociados y los pagos que estas empresas deben hacer al fondo, señaló.
Ramón Darío Urrea explicó que en la mayoría de los casos los pagos por parte de los asociados al fondo de empleados del sector aéreo se han mantenido con regularidad. Muchos de ellos apoyados en los ahorros que tenían, otros han seguido recibiendo parte de sus ingresos, especialmente en la seguridad social, en los pagos de parafiscales por parte de las empresas internacionales. En la mayoría de los casos los operarios y trabajadores del sector aéreo se encuentran en licencia no remunerada debido al cierre del principal centro de operaciones del país, el aeropuerto internacional El Dorado.
El aeropuerto de Bogotá se encuentra apenas en un diez por ciento de sus operaciones a inicios de noviembre, adicionalmente afectado por el cierre de algunos terminales Internacionales, la mayoría europeos, que no reportan vuelos hacia Colombia.
Mientras no se tenga una vacuna y la pandemia siga latente, las operaciones se mantendrán restringidas y esto podría demorar varios meses. Afectando con ello no solamente a las aerolíneas, también buena parte de todas las demás operaciones vinculadas a la misma, desde trabajadores de la seguridad, mantenimiento, servicios varios todo se ven afectados por las condiciones de cierre del principal terminal aéreo del país.
Enseñanzas de la pandemia
El ahorro ha sido el principal instrumento para que los trabajadores vinculados a las aerolíneas y la industria aérea pudieran reaccionar a las dificultades del cese de operaciones. “Esta ha sido la principal enseñanza que nos ha dejado el confinamiento, mantener el ahorro es fundamental para todos los asociados a los fondos de empleados y el sector solidario. Incentivarlo es la principal herramienta para poder construir muros de contención a dificultades e imprevistos como los que hemos vivido, señaló Urrea.
Por último, el ejecutivo destacó la necesidad de apoyo mutuo entre las entidades del sector solidario. Los fondos de empleados, participantes en diferentes empresas con sus aportes y su intervención directa en las juntas directivas. Esta cooperación y participación permitió tener herramientas de apoyo y consolidación de sus capitales, para poder construir un gran tejido empresarial. De lo contrario, si no hay intervención directa de las empresas solidarias, entre ellas mismas el sector se vería expuesto a desaparecer, concluyó Ramón Darío Urrea.
El aeropuerto de Bogotá se encuentra apenas en un diez por ciento de sus operaciones a inicios de noviembre, adicionalmente afectado por el cierre de algunos terminales Internacionales, la mayoría europeos, que no reportan vuelos hacia Colombia.