Planes de Desarrollos Locales buscan incluir a las regiones en programas de exportación
Los nuevos gobernadores y alcaldes recibieron una invitación de la viceministra de Comercio Exterior, Laura Valdivieso Jiménez: incluir en sus planes de desarrollo la agenda de internacionalización, que busca, entre otras cosas, diversificar la oferta exportable y los mercados, aprovechar más los acuerdos comerciales y las oportunidades que ofrecen aquellos que son estratégicos, así como aumentar las ventas externas de bienes distintos a los de minas y energía.
“Queremos construir con ustedes esos planes de internacionalización. Es una enorme oportunidad volver el comercio exterior en un motor de crecimiento de la economía”, dijo la Viceministra durante su intervención en el Encuentro Nacional de Comisiones Regionales de Competitividad e Innovación (CRCI), que se desarrolla en Villavicencio.
La funcionaria explicó que esos planes pasan por cuatro etapas. Una de diagnóstico, en la que se evalúan los planes económicos, se priorizan los sectores con mayor potencial en los mercados externos, se hace una identificación del tejido empresarial exportador y se identifican zonas clúster, entre otros.
Otra etapa se basa en la implementación de acciones transversales y sectoriales. En esta fase se trabaja en la cultura exportadora y en la inteligencia de mercados, así como en un entorno competitivo. Este último tiene que ver con racionalización de trámites, facilitación del comercio, infraestructura y capacitación de capital humano en comercio exterior, fortalecimiento empresarial, promoción comercial y atracción de inversión extranjera.
Una tercera etapa se relaciona con la gobernanza y es en la que el sector comercio, industria y turismo pone toda la oferta institucional al servicio de los empresarios y usuarios del comercio exterior. La última etapa está asociada a la evaluación y seguimiento.
La Política de Comercio Exterior definió unas metas para el 2022: aumentar las exportaciones de bienes y servicios no minero energéticos a US$27.000 millones, aumentar la inversión extranjera diferente a la que llega al sector minero a US$11.500 millones y reducir los tiempos de despacho para las operaciones de comercio exterior en un 30 %.