Ideas sueltas – Editorial edición 115
15 de julio de 2019
Con un crecimiento estancado en un 2,8 por ciento para el primer semestre, las posibilidades de alcanzar la meta de crecimiento del 3,6 por ciento se ven lejanas para muchos, más aún cuando se aprecia una contracción de la demanda y una disminución del índice de confianza de los consumidores; a lo que se suma un desempleo creciente con dos dígitos.
Con este panorama, pocos apostarían por un crecimiento superior, ni basados en la creencia que “el segundo semestre tradicionalmente es mucho mejor”. Y como si fuera un copiar y pegar, lo mismo dice el Banco Central de Perú en su informe publicado hace algunos días, lo que develaría que los colombianos no estamos tan perdidos; igual que los de la región tenemos los mismos problemas.
Pero aunque parezca ilógico a las autoridades monetarias colombianas les podría servir un aumento del índice de desempleo, porque este representa una reducción de la demanda, lo que equilibra los precios a la baja, aumenta la oferta y mantiene estable, incluso a la baja, la inflación. Todo esto en momentos en que la Reserva Federal de los EEUU se muestra dispuesta a una reducción de sus tasas, aunque el Gobierno de ese país ya empezó a morigerar su voz ante las autoridades Chinas. Lo que recupera el peso frente al dólar, una buena noticia si quiere ir a Miami.
Como si fuera poco, el índice de confianza va en bajada llegando a menos 6,3 por ciento en junio, como señaló en su medición Fedesarrollo. El ambiente podría mostrar un vaso medio vacío, pues hay una mayor prevención para la compra de bienes durables, endeudarse y mantener una estabilidad económica. Algunos campanazos se empiezas a apreciar en la cartera de entidades financieras, de las que forman parte algunas cooperativas.
Pero, ¿qué elementos podrían contribuir para mejorar la percepción de los colombianos? Uno de ellos es una reducción de la polarización política. Se necesita un Plan de Gobierno Nacional que se comprometa con el pleno empleo y la construcción de un tejido empresarial sostenible. Pero tenemos la sensación que asistimos a un sainete donde un grupo quiere gobernar para beneficio propio, perpetuándose por varias generaciones, bajo la excusa de la búsqueda de un bien común, que no es tan común. Ojalá el segundo semestre sea mejor.
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