Éxodo venezolano y las finanzas cooperativas
No se están contabilizando los venezolanos con cédula colombiana, ni los repatriados, dijo el presidente de Confecoop Norte de Santander.
“Al alto desempleo que ya existente en Norte de Santander se suma el desplazamiento en los puestos de trabajo por venezolanos que están dispuestos a trabajar incluso por salarios de hambre”.
Las cooperativas de Norte de Santander viven las consecuencias de la llegada de venezolanos a Colombia. El desempleo, la informalidad y una caída del comercio están retrasando la actividad económica de sus asociados.
No solo las empresas lícitas se han visto afectadas, también los ingresos que se generaban en la zona por el cultivo de coca, hasta la competencia que se da entre raspachines de los dos países está afectando la economía local, pues los del vecino país están cobrando la mitad por jornal a los cultivadores y traficantes, se dice en la región.
Carlos Julio Mora Peñalosa, presidente de Confecoop Norte de Santander recalcó que ante la llegada masiva de personas de Venezuela hay un gran desplazamiento de la mano de obra local, lo que se acentúa con la evasión por parte de los empleadores de la seguridad social al preferir la mano de obra ilegal. La bola de nieve llega hasta los asociados de las cooperativas. Mientras que los ingresos por empresas oficiales no alcanzan para completar el de las familias norte santandereanas.
El dirigente gremial dijo que el Gobierno Nacional no le ha prestado la debida atención al tema de la frontera, a lo que se suman otros factores como la seguridad, que se ve deteriorada por la llegada de tantas personas en medio de las dificultades. La inseguridad en Cúcuta se ha disparado. “Constantemente vemos atracos y muertes violentas”, dijo.
Adicionalmente al brote de algunas enfermedades que se consideraban superadas se suma los costos que estas generan y que deben ser asumidos por la sanidad pública, sin que hasta el momento la Nación haya respondido con recursos para esta emergencia.
Esfuerzos internacionales
Ante los esfuerzos que está adelantando Colombia frente a los organismos internacionales para presionar una salida a la situación de los emigran- tes venezolanos, el presidente de Confecoop Norte de Santander señaló que es necesaria una verificación de estos en los puntos de frontera.
“Colombia está recibiendo el mayor golpe, así el número dos del gobierno Maduro, Diosdado Cabello, insista en negarlo, lo cierto es que a diario por las carreteras de Norte de Santander y ahora de todo el país, se ven a cientos de personas caminando. Eso no es un invento de la televisión, vemos gente caminando, niños, abuelitos, todo el mundo cargando maletas, uno no se explica cómo realizan un viaje de esos”, dijo Mora Peñalosa.
La mano de obra sin calificar ha sido la primera que se ha perdido, en una zona donde la informalidad llegaba al 70 por ciento, con uno de los desempleos más altos del país. Ahora se debe sumar toda esa cantidad de personas que están ingresando diariamente.
“A lo anterior hay que sumarle que el Esta- do no se ha dado cuenta del hecho de que muchos de esos venezolanos que han ingresado tenían cédula colombiana, esos son colombianos repatriados y de ellos no hay estadística, están contabilizando solo al venezolano que no tiene cédula”, dijo.
La situación está ahogando a las cooperativas de Norte de Santander y las empresas del departamento. Para ayudarlas es urgente una política del Gobierno para generar empleo a ese gran volumen de personas. Un paso inicial sería el de mejorar vías. “¿Qué sacamos con producir si no tenemos buenas vías”, dijo.
Carlos Julio Mora Peñalosa no se mostró partidario de un cierre de la frontera, pues aunque está restringido el paso de vehículos, este cierre no sería una medida efectiva pues incluso hoy las trochas están siendo utilizadas por quienes ante su desespero pretenden salir de Venezuela.
La frontera se mantiene viva, muchos productos venezolanos son vendidos en Colombia ante la debilidad de la moneda y el contrabando se soporta por que la guardia es corrupta, combustibles y artículos de aseo recuerda la bonanza, pero esta vez a la inversa del Bolívar hace 17 años cuando estaba a 17 pesos. “Con tanta venta callejera se están muriendo las tiendas”, agregó.
El experto advirtió que la salida económica para el vecino país es la dolarización, lo que en el corto y mediano tiempo es casi imposible, ante la poca o nula claridad de las políticas del Gobierno de Maduro. G