Colombia, mercado potencial para empresas de equipos de espionaje

Carlos Cortés, manager general de LawMate, un consorcio español dedicado a la vigilancia encubierta que hace dos años se afincó en el país, dice que el mercado colombiano significa el 15% de sus ventas a nivel global y ocupa el primer puesto en América Latina. Espiamos.com, distribuidor exclusivo en Colombia de LawMate, presentará por primera vez sus productos -cámaras espías, micrófonos ocultos, sistemas de encriptación de comunicaciones- en la Feria Internacional de Seguridad, que se realizará del 16 al 18 de de agosto en Corferias.

Cortés Diez explica cómo se dio la llegada de su empresa a Colombia: “Por su historia política, los colombianos han aprendido la importancia de invertir en protección. Como en el país sobran las agencias de seguridad pero escasean las de contraespionaje, vimos la posibilidad de conectarnos con agencias gubernamentales y corporaciones de seguridad que requieren acceso directo a fábrica y desarrollador”.

Para Cortés, Colombia es el mejor escaparate para llegar al resto de países de América Latina por su alta inversión en seguridad y labores de contraespionaje. El presupuesto del Ministerio de Defensa para 2017 ($28,6 billones) fue el segundo más alto de la región, sólo superado por Brasil. A su vez, la Dirección Nacional de Inteligencia contó con un fondo cercano a los $100.000 millones.

•  Para el consorcio español LawMate, Colombia representa el 15% de sus ventas a nivel mundial. Carlos Cortés Diez, manager general de la empresa, explica cómo funciona el negocio en el país y sus expectativas por llegar a la Feria Internacional de Seguridad, que empieza este el próximo 16 de agosto en Corferias.
• ·         Las empresas sólo deben destinar entre el 2% y el 3% de su facturación para adquirir elementos de seguridad.

Cortés agrega que, mientras en las últimas dos décadas se ha producido un descenso mundial en el presupuesto que los países destinan a seguridad, en Colombia se ha mantenido con valores muy similares. Para él, mientras el proceso de paz que atraviesa el país no se consolide, la inversión en inteligencia no decaerá.

El 90% de sus servicios -venta de equipos y asesoría en inteligencia- están dirigidos al gobierno colombiano, mientras que el restante es para corporaciones de seguridad. Como la marca todavía no ha logrado calar en las empresas privadas, Cortés percibe la Feria Internacional de Seguridad como una oportunidad para conectarse con ellas.

“En Colombia, no existe una conciencia clara sobre lo que las empresas puedan hacer para reducir los ataques cibernéticos, actividades que generan pérdidas por más de $400.000 millones de dólares en el mundo”. Cortés se refiere, por ejemplo, a herramientas para detectar intrusiones: saber si a un vehículo le instalaron sistemas de rastreo satelital o micrófonos ocultos en las oficinas. Su empresa también ofrece sistemas para encriptar comunicaciones, lo que permite blindar la información que circula por correos electrónicos y chats.

También sostiene que las empresas sólo deben destinar entre el 2% y el 3% de su facturación para adquirir elementos de seguridad. Un localizador GPS para encontrar un vehículo en caso de robo, puede costar $450.000, mientras que los softwares de encriptación telefónica cuestan entre $1’500.000 y $1’800.000.

Estas y otras soluciones tecnológicas para garantizar la seguridad en las empresas se encontrarán en la Feria Internacional de Seguridad, que reunirá 300 expositores y marcas a partir de este jueves 16 de agosto.