Colombia debe aprovechar el potencial de las otras economías
Tras los resultados de las votaciones el pasado 2 de octubre y la reforma tributaria, Colombia entra en una nueva etapa política y económica. Una etapa fundamental para el futuro del país.
Dejando atrás cualquiera que haya sido el resultado ganador, y la decisión final de la reforma tributaria, es hora de que las “otras” economías alcen la voz y tengan todo dispuesto para hacer su aportación como ha sido su tradición a lo largo de la historia. Sirviendo así, como opción empresarial al posconflicto, al panorama financiero colombiano y como herramienta a los empresarios.
¿Cuál es el modelo económico que habrá que desarrollar en el país para que la convivencia pacífica sea sólida y que sea el distintivo nacional para los próximos 100 años?
“En este escenario emerge un cambio de paradigma, apareciendo el modelo Procomún colaborativo, que según Jeremy Rifkin, economista estadounidense, desplazará al paradigma capitalista como modelo dominante en la segunda mitad del siglo XXI” afirma Darío Castillo, Director Ejecutivo de la Red Unicosol.
Este modelo económico forma parte de las “otras” economías que se están abriendo paso tanto en Colombia como en el mundo. “El Procomún colaborativo consiste en pasar de la importancia que se le da a la propiedad sobre las cosas hacia la importancia del servicio o la utilidad de esas cosas” aclara el Dr. Fabio. Chavarro, Gerente Corporativo del Grupo Juriscoop.
Uber y Airbnb son claros ejemplos de esto; empresas que operan ya en el país y que ofrecen un servicio sin tener propiedades, logrando así innovación colectiva para crear y colocar productos y servicios con un costo marginal cero.
“Colombia debe aprovechar así todo el potencial de su otra economía principal, la Economía Solidaria, quien ha demostrado siempre, desde hace más de 80 años, su aportación y solidez al panorama nacional” afirma el Dr. Chavarro. Organizaciones como el Grupo Juriscoop muestran esta fortaleza y estabilidad, más de 36 años de recorrido, 35.000 asociados, más de 70.000 clientes y un respaldo patrimonial a través de capital social de sus accionistas de más de 200.000 millones de pesos, lo convierten en uno de los grupos empresariales más importantes del país y uno de los grupos cooperativos más grandes de Colombia.
Según Confecoop, los últimos datos hablan de que en el territorio nacional hay 4.088 entidades cooperativas, 207 mutuales y 1.713 fondos de empleados. Más de 6.000 entidades de la economía solidaria acumulan activos por valor de 28,2 billones de pesos, alcanzando 30,4 billones de pesos lo que se ve reflejado como el 4% del PIB nacional.
Economía solidaria y Paz
Este modelo de economía solidaria y cooperativa fue incluido en uno de los acuerdos finales entre el Gobierno y las FARC- EP. Tenía como fin contribuir a garantizar la productividad, el acceso a mercados y en general a ayudar a la sostenibilidad de proyectos que resultan vitales para la paz como la Reforma Rural integral, el Programa Nacional integral de sustitución de cultivos y los Planes de reincorporación a la vida civil. Todo esto con el objetivo de hacer más robusto el emprendimiento en los campos del país.
Más economías
Son muchos más los modelos económicos que existen, además del tradicional, que pueden aportar a un país alternativas rentables y sólidas frente a los cambios del mercado. Por ejemplo:
-Economía Circular: Regida por la regla de las 3 erres (reducir, revisar y reciclar). Los residuos son en realidad recursos que retroalimentan y regeneran el sistema.
-Economía del Bien Común: Tiene como objetivo poner la responsabilidad, generosidad y solidaridad al servicio de la economía, con balances del bien común en las empresas e instituciones que serían complementarias de los balances financieros.
-Economía Verde: Empieza a ser importante en la Cumbre de Río de 1992 y se define como «aquella que resulta del mejoramiento del bienestar humano e igualdad social mientras que se reducen significativamente los riesgos ambientales y la escasez ecológica». Se trata del primer intento de poner a trabajar juntas a la economía y la ecología, que hasta ahora vivían en planetas diferentes.
-Economía Azul: El economista belga Gunter Pauli, después de haber trabajado 30 años para la Economía Verde, veía injusto que lo que es bueno para la salud y la naturaleza fuera más costoso y avanzó hacía la Azul con el objetivo de producir mejor, ecológico y barato, creando un sistema en el que lo que es bueno para la Tierra esté al alcance de todos.
-Emprendimiento social: A diferencia de las empresas comerciales, movidas principalmente por el afán de lucro, las empresas sociales se sostienen al tiempo en tres patas: la dimensión social, el factor ambiental y el beneficio económico.