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abril 25, 2024
PERSONAJES

El compromiso cooperativo es por la paz: Julio Medrano

El sector solidario ha tomado la iniciativa y no debe esperar el reconocimiento de nadie, solo actuar y consolidar su propuesta para desarrollar nuevos proyectos, entre ellos el desarrollo agrícola, fundamental para llevar a Colombia a consolidar la reconciliación nacional

Uno de los dirigentes cooperativos con más trayectoria es Julio Enrique Medrano León. Por eso le hemos consultado sobre la propuesta de destinar el uno por ciento de los excedentes del sector cooperativo para financiar el desarrollo de programas agrícolas.

La iniciativa será uno de los pilares de la participación del sector cooperativo en el posconflicto.

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Gestión Solidaria: Una propuesta que tiene que ver con el trabajo que usted ha venido realizando en el tema del desarrollo y es el uno por ciento de los excedentes para invertírselos a la paz. ¿Cómo lo ve usted?

Julio Enrique Medrano León: Entiendo que es una propuesta de Víctor Hugo Pinzón, fundador y presidente por mucho tiempo de Coomeva. A mí me parece que es una idea interesante y no hubo la oportunidad, pero les comenté en una reunión un poco para complementar la idea y fortalecerla por supuesto, pero la iniciativa como tal es de Víctor Hugo Pinzón.

G.S.: ¿La inversión en el campo va a hacer definitiva para el proceso de paz?

J.E.M.L: Yo tengo una visión que la he venido planteando en las oportunidades que me ha invitado la Confederación. Incluso exponer algunas ideas en las jornadas de opinión cooperativa, pero igualmente en el libro que se publicó en el año 2000, ‘La fuerza y la fragilidad’ yo ahí abordo el tema de la conveniencia y la importancia de la presencia del cooperativismo en el sector rural.

Primero, por las condiciones excepcionales del país, ya que tierra tenemos por cantidades, hay tierra que se debe enriquecer para ponerla a producir, pero ya extranjeros de multinacionales están aquí haciéndolo. Además, porque si en alguna actividad el cooperativismo ha tenido reiterados éxitos es en el sector agropecuario. Entonces es una contradicción que nosotros teniendo unas condiciones privilegiadas de espacio para producir alimentos no la hayamos adelantado. A mí, en el Congreso Cooperativo con otros amigos se nos invitó a presentar algunas ideas, yo planteaba el tema porque en la Orinoquía ya están algunas multinacionales como Cargill que es un monopolio mundial en la producción de alimentos.

Están otros inversionistas colombianos, en el municipio de Santa Rosalía, yo siempre digo ¿Dónde está el cooperativismo? Porque estaría digamos Colanta con toda la autoridad para poder acompañar un proyecto de magnitud agroindustrial en la Orinoquía y hay otras cooperativas que pueden estar acompañando un proceso de esos, si bien no están vinculadas directamente en su actividad y área rural, agropecuaria o agroindustrial, pienso que por el éxito empresarial que tienen podrían hacer una acompañamiento y me refiero por ejemplo a una entidad como Comultrasan Financiera, a Copidrogas, entre otras y sigo creyendo en eso y no sé si es que de pronto caemos en una contradicción de la esencia cooperativa de que eso requiere mucha plata y sí, es muy posible que requiera mucha plata, pero para vincularse y participar activamente en un proceso de esos no se necesita que yo tenga mucha plata.

G.S.: ¿Pero hay algún cálculo de cuánto podría llegar a sumarse?

J.E.M.L: No porque se requeriría un estudio específico, pero yo lo planteo de esta manera para hacerlo lo más sencillo y posible. Yo tuve la oportunidad de liderar unas cuantas iniciativas y proyectos donde se mostró la posibilidad de hacerlo exitoso, es que el tener limitaciones económicas no implica tener imposibilidades para desarrollar ideas importantes, es sumarse a otros que se parezcan a uno y la suma de esa cantidad de fragilidades eso lo convierten en una fortaleza extraordinaria para cualquier cosa.

Con respecto a la tierra, es hacer un estudio a fondo, serio que diga, por ejemplo, para ese proyecto se requieren diez mil hectáreas y pueda pensar en quién las compra. El Estado es dueño de mucha tierra y uno con un proyecto serio, en medio de un proceso como el que estamos, de contribuir a consolidar la paz y buscar generación de empleo, pero más ingresos para el país a través de exportación de alimentos en vez de estar importando nosotros, etcétera, etcétera.

Yo pienso que el Gobierno estaría encantado, este o cualquier Gobierno, además que tiene todas las herramientas constitucionales para hacerlo y decir muy bien debemos seguir en esa parte donde ustedes nos están indicando, que tenemos tierras baldías por cantidades, esa tierra que ustedes necesitan.

G.S.: ¿Dónde sería más efectivo el sector solidario, la comercialización la exportación, en dónde podría estar el mayor énfasis?

J.E.M.L: Yo no tengo duda que es en el tema de la producción de alimentos, ¿Cuáles alimentos?, aquellos como el maíz, el sorgo. Hay unas condiciones excepcionales enriqueciendo la tierra, hay que invertirle a la tierra, porque la tierra del pobre, es una tierra muy ácida. Pero eso no tiene inconveniente entonces, yo le digo la tierra, no habrá que pensar bueno ¿y cuánto nos va a costar la tierra?, sino que el estado, que uno le pida al Estado no que le regale nada, que pueda re ejecutar un proyecto en tierra que esta hoy absolutamente abandonada y es una forma también de hacer presencia en un territorio que hemos sido muy afortunados los colombianos que no nos haya pasado nada, porque es un territorio extenso y está casi deshabitado.

G.S.: ¿Y esa tierra quién la manejaría, los excombatientes, las comunidades…?

J.E.M.L: Yo no me preocuparía tanto por eso. Lo que tengo claro que sí vamos a hacer un acuerdo de paz, la gente que ha estado involucrada en la guerrilla pues son colombianos y si acceden a reincorporarse a la sociedad pues hay que facilitar espacios, pero no pienso que sea solamente a ellos, creo que es la mezcla de unos de ellos, de gente de la región, de gente de otras partes, porque ya no hay suficiente gente para proyectos de esa naturaleza, hay que llevarla y habrá que capacitarla y hacerle la inducción correspondiente para que su propia actitud, sea una actitud que aporte mucho valor a un proyecto de esos, pero digamos la tierra podrá conseguirse, quienes la trabajen, es un proceso de identificación de las personas ideales darles la capacitación.

Y uno dice ¿Pero la maquinaria? Yo estoy convencido por una experiencia personal de contribuir a superar unas limitaciones que tenía la cooperativa de Coolesar, cooperativa de Ganaderos del Cesar, de que en algunas épocas del año se realizaban perdidas muy grandes porque no tenían forma de procesar la leche para pulverizarla y estaban en un círculo que giraban, pero no resolvían, porque en las cotizaciones que habían obtenido para una maquinaría de esas valía un mundo de plata y yo por algún conocimiento que tenía y relaciones con gente del exterior en el tema cooperativo dije por qué no me envía las especificaciones exactas de la maquinaria que tiene y yo hago un gestión con gente del exterior, donde la maquinaria que ellos dejan es una maquinaría que está absolutamente intacta, ellos por la velocidad de la tecnología viven renovando constantemente ,y así se hizo. Es decir, yo creo que ni por un 20 por ciento de lo que valía un equipo nuevo se logró ya instalar allá en Valledupar la pulverizadora.

Entonces, cuántas herramientas de las que usted quiera de maquinaria en Canadá en los Estados Unidos, en Brasil puede lograrse y hablando de Brasil ellos ya tienen una experiencia muy consolidada del manejo de tierra de las mismas características de la Orinoquía. Invertirle a una hectárea aproximadamente unos cinco millones de pesos en este momento.

G.S.: ¿Cómo ve el proceso de paz, cree que se va a consolidar, o por el contrario cree que hay un compromiso de una parte de la guerrilla y no de la totalidad de los combatientes?

J.E.M.L: Eso a mí no me preocuparía, porque Colombia no sería la excepción, como en todas partes donde ha habido conflictos que finalmente nunca hubo un hecho en la historia de la humanidad que alguien haya vencido al otro dándose bala, al final tienen que sentarse en la mesa para resolver las cosas y por supuesto, como humanos, no todos en los momentos de tomar decisiones están de acuerdo, pero lo importante es que el proceso comience, no debemos tenerle miedo a eso; eso es lo que necesita Colombia.

Carlos Acero el presidente de la confederación lo anotaba y me parece que con mucho juicio y mucha inteligencia, con mucho equilibrio y es que el tema de la paz no es un tema de los demás, es un tema de cada uno de los colombianos y todos tenemos que estar abiertos a esa posibilidad, que tengamos diferencias por supuesto, que tal que no, pero que no nos podamos convertir en personas que en vez de contribuir a lo que necesita Colombia asumimos actitudes, es como de desconfianza de que eso no funciona, como que si se estuviera haciendo trampa y me parece que con eso no se ayuda en nada el futuro de Colombia.

G.S.: ¿Teme usted que el sector solidario, entra con una propuesta directa sobre el agro, pero no se ha oído propuestas concretas por ejemplo el sector industrial, de la ganadería, de otros sectores de la producción, parece que el sector solidario va a recibir buena parte de la carga del proceso de paz en la reinserción de esos combatientes en la recuperación de esas comunidades, pero los demás como que todavía no han hecho su case sobre este proceso?

J.E.M.L: Muy buena su pregunta y la manera como lo plantea, es que fíjese que es el tema de que nosotros por anticipado ya asumimos una actitud de lo que se nos va a dar es una carga y yo lo miro de una manera muy distinta. Es la manera más extraordinaria que tienen los colombianos, todos, pero aquellos que creemos en el cooperativismo y que estamos vinculados al cooperativismo, pues mayor, porque hay un nivel de asociatividad de organización establecida a partir de la cual se pueden hacer muchas cosas, muy distinto a cuando a uno le dicen mire puede ayudar a tal y yo no tengo un soporte, no tengo un cómo hacerlo. Pero el cooperativismo es aportar su conocimiento su experiencia y en el mundo hay mucha confianza alrededor de las cooperativas y en un proceso de paz ese tipo de organización sí que es valioso, porque la gente va a sentirse no como un extraño en algo sino como un participe real en un proceso.

Pero mire, en Mapiripán, hay un proyecto de palma de aceite y creo que todos los colombianos tenemos en nuestra mente a Mapiripán es por culpa de la masacre, una masacre y nos quedamos allá. Vea ahí una iniciativa de un nivel industrial y hoy esa población en alto porcentaje los puestos de trabajo son generados por estas personas que fueron a hacer ese proceso de palma de aceite y transformación, pero en la altillanura, allá hay gente trabajando, pues las propios multinacionales y a quien le están generando trabajo a los colombianos, ellos no están trayendo a gente de Estados Unidos para que trabajen, son colombianos y por qué están ahí, porque han investigado para que sirve esa tierra y cuál es el futuro, entonces lo que ellos están viendo es hacía el futuro la gran oportunidad que tienen de hacer negocios y nosotros como colombianos estamos siendo espectadores sin esforzarnos por meternos y por qué no lo hacemos.

G.S.: ¿Qué le dice usted al Gobierno que ha estado muy distante de incluir al sector solidario, que, aunque tiene asignados algunos funcionarios, todavía no aparece en la foto al lado de los altos funcionario del Gobierno y todavía lo tienen distante?

J.M.: Creo que no hay que pedirle ni a este Gobierno ni a nadie de que tenga en cuenta al cooperativismo porque está contemplado en la Constitución Nacional, porque debemos trabajar para que esas cosas se cumplan, pero por otro lado en desacuerdo de lo que ya está acordado porque como todos sabemos nada existirá hasta que eso no se acuerde y se formalice mediante la consulta del acuerdo y por eso me parece que en esos acuerdos ya existentes y que están por confirmarse el cooperativismo esta mencionado, es decir el cooperativismo es un actor importante en el proceso de la paz, pero tenemos que ser conscientes que tenemos el espacio, es cómo ocuparlo con inteligencia y me parece que la actitud que es lo que nos van a dar y cuándo y dónde y quién. Yo pienso es que tenemos capacidad para aportarle al país en un proceso tan especial en el que estamos y yo creo que si estamos en plena capacidad.

G.S.: ¿Con o sin reconocimiento?

J.E.M.L: Es que el tema del reconocimiento no es trascendental, digamos que el presidente llame a los dirigentes de las cooperativas a que se tomen una foto y aparezca en todos los medios de comunicación ¿Y eso qué resuelve? Nada, lo importante es que uno se gane el reconocimiento de la comunidad por lo que hace, no por fotos ni cosas de esas.

Creo que el cooperativismo tiene condiciones y hay una red establecida en el país ya existen y eso bien coordinado puede aportarle de una manera extraordinaria al proceso, no tengo la menor duda.

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