Las libranzas necesitan mayor regulación
Dentro de la reglamentación para el manejo de venta de cartera, producto de libranzas, el presidente de Finsocial destacó la necesidad de reguladores y el manejo de recursos a través de fiducias, así como una revisión de montos mínimos de capital exigidos para los operadores.
Las libranzas hoy representan en Colombia el 38 por ciento de los créditos de consumo, manejados por la banca. En Colombia hay 46 billones de pesos en libranzas; se originan entre 2 y 2,5 billones de pesos mensuales y eso debido a la calidad de su cartera que apenas llega al 2,8 por ciento; según la Superintendencia Financiera, versus créditos de consumo, como el de tarjetas de crédito que pueden estar alrededor del 7,5 a 8 por ciento en morosidad y la libranza es casi el doble de la tarjeta de crédito o tres veces la de esos vehículos en Colombia.
Santiago Botero presidente de Finsocial señaló que la libranza es uno de los productos más demandado en el país, y su estabilidad debe ir acompañada de mejores mecanismos de control, que refinen el mercado.
“Considero que acá lo que hay que hacer es que a través de los entes de control se fijen unos mecanismos para que quienes vendan libranzas lo hagan a través de un vehículo regulado por la Superintendencia Financiera, pues lo que se maneja normal- mente son recursos públicos, se debería exigir por ejemplo el uso de una fiducia para el manejo de los dineros, así como la de un monto de capital mínimo”, dijo.
“Realmente la libranzas se han satanizado por la presencia de personas que han sido inescrupulosas en el tema. Yo le diría a la gente que ayer compró libranzas en la calle, que uno siempre debe desconfiar, que si le quieren dar un rendimiento de un título del 25 por ciento, cuando un banco le está dando un CDT al seis o siete por ciento. Usted tiene que desconfiar, advertir que le están estafando. Que usted se quiera dejar estafar es otra cosa. Y eso no es culpa del Gobierno, es decisión de las personas, que tienen que saber tomar decisiones”, dijo.
“Entre tanto, al interior de la gente que usa libranzas como vehículo de financiación se sabe que no hay problema, porque en términos generales es una operación segura. ”, dijo.
Santiago Botero señaló que aun- que las libranzas causaron algún ruido hace unos meses con la participación en el mercado de operadores ilegales, este sigue sien- do un vehículo muy seguro para la colocación de créditos, por ello quienes participan en este negocio deben seguir exigiendo controles como que quienes participen en el mercado lo realicen con un patrimonio propio, como se discute dentro una nueva ley para el tema en el Congreso de la República.
“Realmente la libranza ha sido satanizada por la presencia de inescrupulosos. Lo que se han montado son unas pirámides y unas estafas a la gente, que se aprovechan de un vehículo seguro, de un producto que se vende fácil por la confianza que genera, pero la gente que montó ventas de libran- zas falsas, ventas de libranzas dobles y prepagos no reportados deben ser excluidas del mercado.
“Todo lo anterior los buscamos mitigar en Finsocial para que no sea riesgo para el comprador de esta cartera, que son las instituciones financieras. “Originamos un patrimonio autónomo donde en la mitad hay un contralor, que es un organismo vigilado cien por ciento por la Superfinanciera y el quitar la prima de cartera con venta de cartera anticipada y poner la prima mes a mes ayuda a que realmente el producto sea muy transparente, ético y bueno para le mercado”, explico el ejecutivo.
Libertad para el crédito
Entre tanto. “A los bancos y las entidades financieras la gente los ve como los enemigos, porque se les cobran intereses, pero a los intereses hay que agradecerles, por- que la gente puede tener algo hoy y no tiene que esperar toda la vida para lograr sus objetivos. Nuestros intereses si son diferentes, porque yo no capto dinero del público. Entonces yo tengo una tarifa un poco más costosa, no mucho, porque si no me vuelvo sujeto de prepago. Mis tasa están alrededor del 22 y 23 por ciento versus la banca que puede estar entre el 16 a 18 y la tasa de usura es al 29”, dijo el ejecutivo.
Un mercado por explorar
Finsocial tiene una fuerza de ven- ta propia que se dirige a las zonas donde, hay veces, no llega la ban- ca, son sitios remotos. “Estamos en 17 ciudades , pero nuestro negocio principal no es tener oficinas donde la gente llegue, nosotros mandamos nuestro equipo comercial a los colegios para atender a los docentes, también a los pensionados y trabajadores de sector público. Que- remos ser un crédito ágil, rápido, donde de pronto la banca se demora un poco más. También queremos ser el crédito de ese cliente, que está un poquitico sucio, pero no es peligroso que se le pueda prestar, pero para la banca le queda difícil, entonces ese es el core del negocio nuestro. Y atender el cliente de una manera amable”, dijo Botero.
La empresa que tiene como pro- motor de su imagen al otro Santiago Botero, el ciclista, coloca en promedio libranzas por 20 mil millones de pesos al mes, y las vende después de algún tiempo a la banca, lo que le permite ro- tar de manera continua su cartera.
En agosto Fitch Ratings ratifico su calificación a Finsocial como Administrador Primario de Activos Financieros de Crédito en ‘ABPS/S 2-(col) mientras modificó su Perspectiva de Estable a Positiva. Esta calificación se otorga a entidades que han demostrado un alto desempeño en las funciones generales como administrador.
Fitch Ratings destacó de Finsocial su capacidad para cumplir con sus obligaciones financieras y comerciales y su aumento de patrimonio a 47,417 millones de pesos, producto de la compra del 50 por ciento de sus acciones por parte del fondo Kandeo, “Lo que le per- mite a la entidad contar con una diversificación mayor de sus líneas de fondeo, un fortalecimiento de su credibilidad en el mercado, y un gobierno corporativo más robusto”, señaló la firma calificadora.
“La calificación nos la dan por el tema administrativo y nuestros procesos. Llevamos cuatro años haciéndolo con la intención de titularizar, para poder llegar maña- na a venderle cartera a los fondos de pensiones. Para titularizar en Colombia y en cualquier parte del mundo, eso requiere que se califique la cartera, que una calificadora internacional lo haga, pero para poder calificar la cartera el originador tiene que estar calificado. Entonces no cualquiera puede hacer este proceso. Esto nos per- mite decir que tenemos unos están- dares de bancos, mientras el caso de Finsocial puede ser atípico, una compañía mucho más pequeña que los otros, pero con unos estándares de calidad”, concluyó Botero. G