
La crisis de participación en las cooperativas: entre el deber y la desidia
Por: Alfredo Alzate Escolar
Gestión Solidaria
El sector solidario se fundamenta en principios democráticos y de participación activa. Sin embargo, en la práctica, estos ideales chocan con una realidad incómoda: la apatía de los asociados, la opacidad en las decisiones y, en muchos casos, el aprovechamiento indebido de los recursos. En una entrevista, la doctora Blanca Durán Quintero, experta en derecho cooperativo, desglosó los principales desafíos que enfrentan las cooperativas, desde el rol ambiguo de los delegados hasta las flagrantes violaciones a la ética y la ley.
«La Participación en las Cooperativas: Un Elefante que se Come a Mordiscos
El Delegado: Un Representante sin Brújula Uno de los problemas más graves es la falta de claridad sobre el papel de los delegados, figuras clave en las asambleas.
Según Durán, muchos asumen el cargo sin entender sus responsabilidades: «Me dicen: ‘Fui elegido, pero no sé qué hacer’». En teoría, su función es vital: deben analizar informes financieros, llevar las inquietudes de los asociados a las asambleas y rendir cuentas después. Pero en la práctica, suelen limitarse a cumplir con el quórum. «Van a las reuniones a dormir o a mirar el celular», lamentó la experta.
Esta desconexión no es casual. Durán señaló que, en muchas cooperativas, la participación solo se activa cuando hay incentivos económicos. «Si los honorarios para directivos son altos, la gente se pelea por los cargos. Si no, es imposible conseguir voluntarios». Esta dinámica pervierte el principio solidario: en lugar de actuar por convicción, muchos lo hacen por conveniencia.
Habeas Data Violado: El Juego Sucio de las Asambleas Otro tema álgido es el uso indebido de información personal para manipular votaciones. Durán denunció que algunos directivos aprovechan su acceso a bases de datos de asociados para coptar votos y perpetuarse en el poder. «Conocen teléfonos, direcciones y hasta situaciones familiares. Usan eso para presionar». Esta práctica no solo es antiética, sino que viola la Ley de Protección de Datos (Habeas Data), con multas que pueden superar los $3,000 millones de pesos.
¿Hay Soluciones?
Frente a este panorama, Durán propuso tres acciones urgentes: Capacitar a delegados y asociados en finanzas básicas, derechos y deberes.
1. Fortalecer la transparencia, con auditorías independientes y sanciones reales a infractores.
2. Recuperar la ética solidaria, recordando que las cooperativas son de los asociados, no de unos pocos.
3. «Si no nos involucramos, las cooperativas se convierten en empresas disfrazadas de solidaridad», advirtió.
Lo más grave es que, en muchos casos, estas sanciones las terminan pagando las propias cooperativas ,no los infractores. «Los directivos deberían responder con su patrimonio, pero algunos contratan seguros con dinero de la entidad para cubrirse», explicó Durán. Así, el costo de la corrupción recae, una vez más, sobre los asociados.
Inhabilidades e Incompatibilidades: La Puerta Giratoria del Poder
La entrevista también abordó el espinoso tema de las inhabilidades (impedimentos legales para ejercer un cargo, como tener familiares en la junta directiva) y las incompatibilidades (prohibición de acumular funciones, como ser gerente y contador al mismo tiempo). Pese a estar reguladas, estas normas se ignoran con frecuencia. «Hay nepotismo descarado: yernos, nueras y primos beneficiados con créditos o cargos», denunció Durán.
Además, muchas cooperativas permiten que los mismos directivos se reelijan indefinidamente, creando feudos internos. «Usan recursos de la entidad para campañas, prometen favores y controlan las asambleas». Esto no solo distorsiona la democracia cooperativa, sino que ahuyenta a nuevos líderes con ideas frescas.
El Fondo de Amortización: ¿Derecho o Espejismo?
En el cierre, Durán aclaró un tema técnico pero crucial: el fondo de amortización de aportes, parte del excedente que algunas cooperativas prometen devolver a los asociados al retirarse. La experta fue contundente: «No es un reembolso automático. La ley dice que solo aplica cuando la cooperativa tiene solvencia para ‘volar sola’, sin depender de nuevos aportes».
Sin embargo, muchas cooperativas tergiversan esta norma. «Algunos directivos elaboran reglamentos para devolver el fondo a quien se retire, pero eso desfinancia la entidad». La decisión, insistió Durán, debe tomarla la asamblea general, no unos pocos.
Un Llamado a la Conciencia Solidaria
La doctora Durán cerró con un mensaje contundente: «La participación activa no es un regalo, es un deber. Si no nos involucramos, las cooperativas se convierten en feudos». Su analogía inicial fue profética: comerse el elefante de la apatía requiere mordiscos de educación, transparencia y compromiso.