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diciembre 22, 2024
EDITORIAL

Expertos señalan desafíos alimentarios para el próximo presidente de Colombia

De cara a las elecciones presidenciales, la ONG Sinergia Animal presentó una lista de desafíos para el sistema alimentario de Colombia, como la mitigación del cambio climático, el combate de la deforestación y la prevención de futuras pandemias.

La comunidad científica internacional y organismos como las Naciones Unidas han alertado sobre la necesidad de transformar nuestras dietas y el próximo gobierno colombiano deberá enfrentar desafíos que van más allá del acceso a los alimentos. Por ello, la ONG internacional Sinergia Animal ha elaborado una lista de los que considera serán los retos más urgentes para el futuro mandato.

Mitigación del cambio climático y deforestación

Si no se detienen o reducen las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), Colombia podría perder hasta $4.54 billones de pesos anuales, de acuerdo con un estudio del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam. La misma entidad señaló que “el sector que más contribuye a este fenómeno es el de la ganadería, agricultura y cambio del uso del suelo, al que corresponden un 59% de las emisiones del país”.

“Cuando hablamos de cambio climático, los gobiernos suelen incluir en sus agendas la transformación del sector minero energético, y si bien estos esfuerzos son fundamentales, pero también es hora de hablar del impacto de la ganadería y la agricultura animal”, explica Karen Reyes, vocera para Colombia de Sinergia Animal.

El factor más predominante en términos de GEI para Colombia es la deforestación: los bosques convertidos en pastizales son responsables del 62% de las emisiones, lo que representa un incremento del 28% entre 2014 y 2018, siendo la Amazonía la región más afectada por este fenómeno con 109.000 hectáreas de bosque deforestadas, la cifra más alta registrada en 2020.

 Prevención de futuras pandemias y mayor seguridad alimentaria

 La crisis que atravesó el país como consecuencia de la pandemia por Covid-19 ha sido una de las más difíciles de nuestra historia reciente. Actualmente, el 75% de todas las nuevas enfermedades infecciosas son zoonóticas, es decir que tienen su origen en los animales. Hay un aumento a nivel mundial de los patógenos emergentes que están vinculados con la salud de los ecosistemas y la forma en la que los animales son criados para la alimentación.

“Desafortunadamente, Colombia ha apostado por los sistemas más industriales de producción. De acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), estos sistemas reúnen los factores para la propagación de nuevas enfermedades y pandemias, como la gran concentración de animales en espacios cerrados y una baja diversidad genética entre ellos”, explica Reyes. “Sumado a los altos índices de informalidad y prácticas de las más crueles, que suelen implicar un intenso hacinamiento, los consumidores se exponen a riesgos importantes para la salud. Por ejemplo, en granjas industriales, los animales reciben antibióticos de manera indiscriminada, estén o no enfermos, y esto puede generar el surgimiento de cepas bacterianas resistentes a los antibióticos que contaminen nuestros alimentos y pueden matar personas”.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las bacterias resistentes a los antibióticos ya causan la muerte de 700 mil personas por año a nivel global y se espera que, para 2050, 50 millones fallezcan debido a este problema de salud pública si el uso indiscriminado de antibióticos en la medicina humana y el cuidado veterinaria no es controlado de forma más eficaz.

En Colombia, la inspección sanitaria es deficiente y puede dar lugar a la propagación de enfermedades transmitidas por los alimentos. A la fecha, son muy pocas las plantas de beneficio y desposte en Colombia que han obtenido la autorización sanitaria requerida por el Invima: para el año 2018, solo el 14% cumplía con las normas definitivas; mientras que en el mismo año, el Instituto Nacional de Salud reportó un incremento del 43% en las infecciones por la carne de pollo, res, cerdo y otros derivados cárnicos.

Un sistema alimentario más saludable y sostenible

 El 70% de los adultos en Colombia no consume verduras diariamente, mientras que el 35% no incluye frutas en su alimentación regular. De acuerdo con la OMS, la ingesta de estos alimentos puede ayudar en la prevención de cardiopatías, obesidad, diabetes y ciertos tipos de cáncer. En el país, las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte, mientras que el cáncer de colon y la diabetes son enfermedades comunes con altas tasas de mortalidad.

“Ampliar nuestro sistema alimentario y hacerlo mayormente basado en plantas representa beneficios en todos los eslabones de la cadena. Los cambios en nuestra dieta son el pilar de una economía más verde que además garantiza mejores niveles de empleabilidad y justicia social”, concluye Reyes.

 

Foto: Flickr

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