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abril 27, 2024
COOPERATIVO Y SOLIDARIO EMPRESAS

Tenemos que pensarnos como empresarios cooperativos: Vicente Pabón

El gerente de la Cooperativa Congente advirtió que es necesario buscar otras fuentes de recursos más allá del crédito y considerar una mayor participación en empresas, así como proyectos rentables para esos mismos asociados. 

 

Dejar el cooperativismo parroquial y considerar la participación activa con inversión y recursos propios para crear, recuperar o consolidar empresas y proyectos empresariales son elementos urgentes para el cooperativismo colombiano. 

 

El ejecutivo advirtió que el 2020 ha demostrado que depender exclusivamente del crédito es una amenaza para el sector cooperativo y solidario, pues es evidente que ante la llegada de una competencia cada vez más agresiva la colocación de crédito se podría congelar y en el caso de las empresas más débiles hasta reducirse.  

 

Vicente Antonio Pabón Monroy es el gerente de la cooperativa Congente cuya sede principal está en Villavicencio, departamento del Meta, insistió “dejemos de pensar en un cooperativismo parroquial y pensemos como empresarios cooperativos”.

 

El ejecutivo explicó que un ejemplo de ello es la empresa Cooperación Verde, un proyecto agroindustrial. En cuya junta directiva de la empresa se recalca que ese tipo de inversiones son un ingreso fundamental para no depender exclusivamente del crédito. “Es una buena hora que cambiemos la mentalidad de la dirigencia cooperativa y pensemos como empresarios, hay que empezar a invertir para la supervivencia de nuestras empresas”, dijo.

 

Recuperar lo social 

 

Vicente Pabón advirtió, además, que con la pandemia se evidenció la importancia del modelo cooperativo y solidario como apoyo a sus asociados, donde la actividad social necesita una mayor contundencia.

 

La mentalidad del sector solidario de refugiarse especialmente en la actividad de ahorro y crédito, se habría generado a finales del siglo anterior, cuando la crisis cooperativa llevó a las entidades a cumplir los requerimientos impuestos por un sistema cada vez con mayores controles, mientras que la actividad social se veía un poco relegada.

 

“Yo diría que hasta finales del siglo pasado el cooperativismo colombiano tuvo su época romántica. Todo era muy social. Tuvimos todas las oportunidades para que las condiciones del cooperativismo de hoy fueran muy diferentes, se desaprovecharon por uno u otro motivo. Debido a esta situación el Gobierno tomó algunas medidas. Crecieron los organismos de control que hoy nos están rigiendo, pero ese cambio en la fiscalización de las cooperativas también trajo cambios en la administración de la cooperativa. Los Consejos de Administración, las Juntas Directivas, los gerentes, se concentraron entonces, en la medida en fueron condicionados a conocer todos los modelos y reportes en materia de riesgos, los reportes desde el punto de vista financiero”, agregó.

 

Esta situación enmarcada por un nuevo sistema de controles opacó un poco el pensamiento del líder social. Entonces ante el nuevo panorama de regulaciones los consejos de administración se han vuelto netamente financieros. “Digamos que los directivos se volvieron muy expertos en temas financieros y eso ocupó el espacio del pensamiento que se debía estar dedicado al tema de liderazgo social que es fundamental en el modelo solidario. Yo diría que dentro de la agenda de los consejos de administración en cada reunión se deberían atender uno o dos puntos de carácter social. Que se diera una mezcla de la actividad de la empresa y su carácter social”, dijo. 

 

No debemos desconectarnos del balance social aunque se tenga que cumplir con el modelo financiero, pero ahí podría surgir una nueva oportunidad, la de crear empresa cooperativa. Las ganancias y desarrollos de estas empresas podrían redundar sobre el beneficio a ese mismo asociados, explicó el gerente de Congente. 

 

Los jóvenes son el presente 

 

El ejecutivo señaló que otra de las tareas pendientes del cooperativismo es la necesidad de un relevo generacional, que se debe dar con una mayor participación de los jóvenes en los cuerpos directivos. 

 

“Es una de las promesas que siempre se hacen en cada congresos empresariales cooperativos, el permitir que las nuevas generaciones lleguen a la administración. Desafortunadamente hasta hace algunos años esas propuestas se diluían en el cóctel final del mismo congreso”, esa promesa forma parte de las tareas pendientes. 

 

Adicionalmente los procesos de integración son muy tímidos y se necesita desarrollarlos de manera decisiva teniendo en cuenta la fuerte competencia y vulnerabilidad que enfrentan las empresas solidarias y de carácter cooperativo, explicó Pabón Monroy. 

 

“Dentro de poco estamos cumpliendo los primeros cien años de cooperativismo en Colombia debemos preguntarnos si estamos en las mismas condiciones de 1930. Cómo y cuándo vamos a cumplir con esas tareas pendientes?” dijo. 

La solidaridad ha sido la meta 

 

Contribuir en una mejor condición de vida de sus asociados es la meta fundamental de Congente, así como el de las cooperativas del país, pero se evidenció este objetivo con la pandemia de Covid 19 que fue un acelerador de las condiciones de trabajo de alguna entidades, es así que esa esencia de solidaridad que forma parte del ADN de las cooperativas y empresas solidaria, permitió un trabajo comprometido que en ningún momento interrumpió la actividad de oficinas y servicios al público, insistió el ejecutivo. 

 

“En el caso de Congente tenemos 12 oficinas y corresponsales, este último es un modelo que no es en el comercio, es una pequeña oficina que cumple todas las funciones de la cooperativa, tenemos 16 corresponsales irrigados en diferentes departamentos en cundinamarca en Bogotá tres en Casanare y el resto acá en el Meta”, dijo.

 

Vicente Pabón Moroy destacó que desde finales de marzo, cuando se dio la orden por parte del Gobierno del confinamiento, la Cooperativa nunca cerró sus oficinas ni corresponsales, Sí estuvo atendiendo de manera normal, lógicamente cumpliendo con todas las medidas para evitar los contagios, Es así que pasamos estos meses tan difíciles atendiendo en todas las oficinas y dando un servicio personalizado. 

 

Por último el gerente de Congente señaló que desafortunadamente el Gobierno no comprende el modelo cooperativo y por ello las condiciones impuestas tienden a retrasar su actividad. “Muchos han sido los llamados para que las condiciones estén ajustadas a la esencia del modelo. Esa es otra de las tareas pendientes”, concluyó.  

 

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