Se puede aprender a ser feliz

La felicidad es un estado del alma que todos los seres humanos queremos vivir. Algunos en la búsqueda de ella descubren que no es solo una meta, donde la motivación es en realidad el disfrute  del camino, un estilo de vida que, permite su búsqueda constante y momentos plenos de conciencia, de aprendizaje y crecimiento explica la experta en el tema Dana Benarroch.

Desde los inicios de los tiempos el ser humano descubrió que su objetivo es encontrar esa felicidad. Es así como para Aristóteles, la felicidad es el objetivo más importante de la vida y el fin último de la existencia humana, explicó la profesora Dana Benarroch al recordarnos que los grandes pensadores de la humanidad siempre han concentrado sus esfuerzos en este objetivo del ser.

Dana Benarroch es fundadora de Contacto Humano Organizacional S.A.S., una empresa enfocada en Programas de bienestar para personas y empresas; es CEO HCO – Happiness Certification for Organizations por HSA- Happiness Studies Academy; profesora universitaria en Liderazgo desde la Felicidad, el arte de ser feliz» en la Universidad Pontificia Bolivariana; entre otros muchos títulos y ha dedicado más de dos décadas al estudio de la felicidad.

En la charla con la sra. Benarroch nos hemos concentrado en varios puntos que retomamos de una agradable charla que nos concedió y que sirven para identificar que este tema, cada vez más es tomado por las diferentes disciplinas como un tema de estudio, donde las más importantes universidades del mundo incluyen dentro de sus programas, clases, investigaciones y estudios sobre la felicidad.

La felicidad y los sentimientos

La profesora advierte que en algunas ocasiones se confunde la felicidad con alegría. “No es lo mismo la felicidad que estar alegres. La alegría permanente podría incluso revelar una patología. El ser humano tiene que vivir toda una gama de emociones. dentro de las cuales está la alegría, incluidas las emociones mal llamadas negativas que nosotros las denominamos dolorosas, es más en mi cuenta de linkedin un un escrito que decía – Te deseo una feliz infelicidad”.

“Entendamos: que la felicidad es bienestar integral y en esa integración abrazamos toda la gama de emociones. Entonces cuando yo te deseo una feliz infelicidad, yo lo que te quiero decir es que cuando te sientas viviendo emociones dolorosas, como frustración, decepción rabia, celos, envidia o tristeza. Lo que sea, abrázalo, porque el aceptar las emociones y dejarlas fluir para vivirlas,
entenderlas, hace parte del camino hacia la maduración, hacia el crecimiento y eso hace parte de la felicidad. Felicidad no es estar alegre 24-7, es la experiencia del bienestar integral. Las emociones son todas pasajeras”, dijo.

Las circunstancias 

La entrenadora sobre la felicidad dijo que para ser feliz el individuo debe aceptar el bienestar que tiene Y las circunstancias que vive. “Es una combinación de las dos, la aceptación juega un papel fundamental en la felicidad ¿Qué es lo que yo debo aceptar? aquello que no puedo cambiar, lo que está fuera de mi. Lo que sí controlo, es elegir la actitud que asumo frente a una circunstancia, que
está fuera de mi”.

La felicidad y los sentimientos

La profesora advierte que en algunas ocasiones se confunde la felicidad con alegría. “No es lo mismo la felicidad que estar alegres. La alegría permanente podría incluso revelar una patología. El ser humano tiene que vivir toda una gama de emociones. dentro de las cuales está la alegría, incluidas las emociones mal llamadas negativas que nosotros las denominamos dolorosas, es
más en mi cuenta de Linkedin un un escrito que decía – Te deseo una feliz infelicidad”.

“Entendamos: que la felicidad es bienestar integral y en esa integración abrazamos toda la gama de emociones.

Entonces cuando yo te deseo una feliz infelicidad, yo lo que te quiero decir es que cuando te sientas viviendo emociones dolorosas, como frustración, decepción rabia, celos, envidia o tristeza. Lo que sea, abrázalo, porque el aceptar las emociones y dejarlas fluir para vivirlas, entenderlas, hace parte del camino hacia la maduración, hacia el crecimiento y eso hace parte de la felicidad. Felicidad no es estar alegre 24-7, es la experiencia del bienestar integral. Las emociones son todas pasajeras”, dijo.

Desde la ciencia y la biología

La química del cuerpo es una manifestación del estado de bienestar y felicidad del individuo. La biología y la ciencia revelan las manifestaciones del estado emocional. «El doctor Francisco Mora, en su libro ‘Cómo funciona el cerebro’ nos dice que cuando nosotros estamos en momentos de estrés o sea frustrados, tristes, decepcionados o lo que sea, tenemos una química en el cerebro y que fluye por toda la sangre, donde está el cortisol, la noradrenalina y es la química del estrés. Si paralelo a eso nosotros llevamos una práctica real de gratitud. Esa práctica de gratitud segrega serotonina y si paralelo a esas dos yo tengo unas metas a las que quiero llegar y que tal vez precisamente por eso como no he llegado siento esa frustración o lo que sea, esa esa meta me genera dopamina. En palabras del doctor Francisco Mora generan como una explosión de creatividad en el cerebro. Entonces, aquí hay otra de las razones por las que las emociones, mal llamadas negativas, son necesarias para ser feliz. Porque el acto creativo es también la naturaleza humana” dijo la profesora Benarroch.

“Decía Aristóteles, que para ser felices es necesario desarrollar el distintivo como especie animal que tenemos los seres humanos ¿Cuál es? Nuestro intelecto, nuestra capacidad intelectual y sin lugar a dudas está es nuestra capacidad creadora. Entonces el acto de crear para nosotros es profundamente placentero y necesario que desde las neurociencias necesitamos las emociones dolorosas, las emociones placenteras como la gratitud y un norte para poder desarrollar nuestra máxima capacidad, esa distinción intelectual, esa capacidad creativa”, dijo.

Puedo generar un cambio

Dana Benarroch explicó que la felicidad está directamente vinculada al crecimiento personal. Lo que se da por dos razones: o por necesidad o por exceso de sufrimiento. Cuando ya nos hartamos de sufrir y cuando decimos, no más, no más, no más. Entonces, ahí, es como un cansancio o cuando hay una necesidad muy potente, muy inherente pero también podemos cambiar.

La profesora señaló que hay una corriente mística del judaísmo que se llama la cábala. que mucha gente conoce. “Cuando estudié cábala hace 25 años me quedó una frase muy grabada en la cabeza y decía: ‘ a esta vida – venimos a aprender, todos sin excepción, cada uno tiene que aprender cosas diferentes, pero la vida no te deja ir sin esos aprendizajes’. Ahí no hay libre albedrío, o aprendes o aprendes. Donde sí hay libre albedrío es cómo quieres aprender, lo que viniste a aprender, por las buenas o por las malas.

Explicó que: “entonces la vida empieza a susurrar pasito y te invita a hacer cambios, pero tú te haces el loco, entonces la vida habla un poquito, más duro y sigues ahí haciéndote loco entonces habla más duro, y sigues haciéndote loco, hasta que grita ¿Y cómo grita la vida? A través de una enfermedad, de un divorcio, de una despedida del empleo, o una situación económica difícil,
a través de la pérdida de algo muy importante para ti. O sea, la vida grita cuando no le hacemos caso”.

El éxito está definido por el aprendizaje, como lo señala la autora Carol Dweck en su libro ‘Mindset La Actitud Del Éxito’. Sí aprendí soy exitoso. Entonces se puede aprender cuando se alcanzan metas y se puede aprender de cuando no alcanzo metas. Entonces el hecho de yo estar aprendiendo me ubica en una postura de humildad. Esa humildad es la que me va a permitir escucharle a la vida sus mensajes, cuando susurra, es la que me va a permitir estar en una actitud de cambio permanente, dijo.

Adicionalmente, queremos que las personas de nuestro entorno cambien. “Que cambie mi esposo o mi esposa, para yo ser feliz, que mi jefe cambie, para yo ser feliz, que el mundo cambie, para yo ser feliz. Pero yo no cambio.

Las ideas limitantes

Dana Banarroch señaló que mensajes y creencias heredadas de la familia, la cultura, la religión y el entorno generan un marco de pensamiento que puede llegar a determinar la actitud del individuo para manejar su vida.

“En inglés, en alemán y en francés, la palabra felicidad tiene como raíz la palabra suerte. Es decir que es un concepto de felicidad donde se considera que se nace con estrella o estrellado. En siglos anteriores la humanidad venía en postura de víctima. Miremos la mitología griega; donde no se podía escapar del designio de los dioses. Era un destino del que no podías escapar o estrella o
estrellado. Luego viene la revolución industrial, a principios de 1900 aparece la Nueva Era que se le adjudica al psicólogo norteamericano. Samuel Smiles (1812-1904) Qué es un cambio de mentalidad en el que pasamos de un victimismo a considerarnos superhumanos. Entonces el ser humano hace un movimiento pendular. Yo tuve la fortuna de tener una mente un poquito más crítica, más sensata y no caí en los extremos a los que muchos autores de la Nueva Era invitan. Son como unos extremos de fantasía, pero sí conozco muchas personas que cayeron allá. Conozco
gente muy cercana a mí, de mi corazón, que hoy en día, en sus 60 años, están estrellados financieramente. o de muchas maneras. por esos pensamientos tan extremos o tan ilógicos tan, fantasiosos que envuelven a las personas”.

Precisamente ante algunos daños que ha causado la Nueva Era es necesario insistir en la fórmula de la felicidad… Realidad, realidad y realidad. Hay que ser consciente de la realidad en la que uno está. Yo lo expreso así: es tener los pies en la tierra, ser conscientes de la realidad con una mente y un corazón soñando alto.

Habrá alguien diciendo: -¿ Espérate un momentico, la realidad no es, pues, subjetiva?. – Cada uno interpreta la realidad de manera diferente, la realidad es subjetiva, no existe una realidad objetiva y eso es lo que por ejemplo dice la Nueva Era que lo enfatiza demasiado. La respuesta es sí, y también hay realidad objetiva. A ver si tú te paras en la azotea de un edificio y te vas a tirar ¿Vas a creer que es que la realidad es subjetiva y no te va a pasar nada? No podemos violar las leyes de la naturaleza. dijo Benarroch.

Los cinco frentes fundamentales

Aunque la conversación con la señora Benarroch fue mucho más extensa y la puede ver en nuestro canal de YouTube, no podemos dejar por fuera el modelo SPIRE, por sus sigla en inglés, que es la suma de los elementos que pueden llevar a una persona a la felicidad.

El modelo coo creado por el padre de la ciencia de la felicidad Ben Shahar, profesor de la universidad de Harvard, destaca que el individuo debe buscar el bienestar en: lo espiritual, físico, intelectual, relacional y emocional.

“Shahar conocido hasta el día de hoy como el profesor más famoso de la universidad Harvard por sus clases de 2004 y 2006 de ‘Psicología positiva’ y ‘Psicología positiva para el liderazgo’ donde se inscribieron más de 800 alumnos, récord que hasta el día de hoy ningún profesor de esa universidad ha logrado, Entonces por eso todavía ostenta el título del profesor más famoso de Harvard. Lo que demuestra el interés creciente por el tema de la felicidad” dijo.

Este modelo es una malla interdisciplinaria, no es solo psicología positiva, es un un modelo interdisciplinario que incluye filosofía, teología, economía, sociología antropología, obviamente psicología, biología, literatura, arte, música donde se busca lo que tiene que decir todas estas áreas del conocimiento sobre la felicidad, explicó la experta.

“En conclusión la felicidad se puede aprender, cualquier persona puede aprender a ser más feliz. La felicidad es enseñable, es aprendible. Hay una felicidad objetiva desde la ciencia como lo evidencia el modelo SPIRE y lo muestra una mayor la literatura sobre el tema; es el caso del libros del periodista Andrés Oppenheimer ¡Cómo salir del pozo! donde evidencia cómo la ciencia ha
venido estudiando la felicidad y como los países y culturas han logrado alcanzar niveles superiores de bienestar y felicidad. Entonces aprender a ser felices sí es posible”, concluyó la profesora Dana Benarroch.