Queremos ser el banco de la Orinoquía y la Amazonía Colombiana: Cootregüa
Para poder conectar con internet las cinco oficinas y sus dos puntos de atención la cooperativa debe recurrir a conexiones satelitales, mientras que su gerente debe gastar varios días de camino para poder llegar hasta estos sitios.
Hasta hace unos años una canasta de huevos era la representación que miles de indígenas de la Orinoquía y la Amazonía tenían como sus ahorro en la cooperativa Cootregua.
Cada canasta de 30 huevos sumaba 18 mil pesos a cada cuenta habiente. Muchos de ellos desconocían el dinero colombiano. Esas comunidades indígenas empezaron de esta manera sus ahorro que debían llevar hasta los sitios habitados donde hay oficinas. “Le dábamos el recibo por 18 mil pesos y lo que traían era una cubeta de huevos. Entre tanto el comercio local convertía estos alimentos en efectivo, mientras que muchos desconocían incluso la moneda colombiana en la región”.
María Isbelia Gutiérrez Molina gerente de la Cooperativa Multiactiva señaló que aunque han pasado 30 años apenas se están sentando las bases para la consolidación de la cooperativa, pues hasta hace unos años la Orinoquía y la Amazonía Colombiana era tierra de nadie.
Conectados
La ejecutiva explicó a GESTIÓN SOLIDARIA cómo son atendidos los 9400 asociados en un territorio extenso, que obliga a llevar servicios financieros a una población diversa, integrada por indígenas y colonos de una zona inexplorada incluso por entidades del Estado.
La gerente de Cootregua señaló que por estos días Inírida, capital del departamento del Guainía y Puerto Carreño capital del departamento de Vichada se encuentran sumergidas por las aguas de los ríos que las circundan. “Al desaparecer la poca tierra esto ha sido para nosotros una situación que nos obliga a estar unidos o a estar unidos”, dijo.
“Ya estamos acostumbrados al tema del agua, nosotros vivimos sobre el agua, la gente duerme en sus botes, por eso no hay tanto problemas. El tema es que se acabó la tierra seca y entonces los servicios públicos se vieron afectados, la gente no se preocupa tanto por comida que es lo que hay. Tocó matar a las dantas a los chigüiros, porque si no los mataban para comérnoslo se morían porque no había donde tenerlos”.
“Nosotros en este momento tenemos 9400 asociados, pero que están ubicados en Guainía y sur del Vichada y Guaviare, nosotros tenemos cinco oficinas y dos puntos de información en dos puntos muy retirados de nuestra geografía. Para yo ir de una oficina a otra, por ejemplo, para yo venir de la oficina principal que es en Puerto Inírida debo ir en avión a Bogotá y de ahí coger bus para San José del Guaviare, de ahí viajo en avión carguero a Miraflores, a Calamar y El Retorno, llego en bus por trochas, entonces nosotros sí estamos muy dispersos porque esa región que tenemos es demasiado grande”, dijo.
Las largas distancias han influido para que la Cooperativa busque soluciones tecnológicas acordes con las necesidades de los tiempos, sus 40 funcionarios utilizan desde hace ocho meses un software que trabaja en la nube y está interconectado por satélite y aunque ya están llegando algunas empresas operadoras de internet y telefonía celular los costos de esta operación son muy altos comparados con los de otras regiones del país.
“Prácticamente nuestra operación es toda satelital y los servicios para ello son muy costosos. Yo pago de internet de Puerto Inírida 2.800.000 pesos por una mega, mientras que la oficina que nos hace soporte en Bogotá por el mismo servicio se paga 45 mil pesos. Todo esto porque es satelital para trasladar solo datos. Y estos costos son solo para una oficina. En las cinco oficinas y los dos puntos de información pagamos como 10 millones de pesos solo por ese servicio de internet”, dijo María Isabel Gutiérrez.
El efectivo
“ El manejo del efectivo es otro proceso. Porque nosotros no podemos someternos al manejo tradicional de las empresas de seguridad. Es un riesgo, claro llevamos 30 años en ese riesgo. Donde para el traslado de dinero las aseguradoras ponen unas condiciones. Que sea por una empresa de valores, que vaya con acompañamiento de alguna empresa de seguridad. Nosotros eso no podemos tenerlo, porque en esas zonas no hay esos servicios”, dijo Gutiérrez Mejía.
“Por ejemplo en el año 1995 el Banco Uconal nos dio el primer crédito y allá siempre la liquides es muy escasa, todavía nosotros, hasta hace siete años manejábamos el intercambio, el trueque, no se manejaba plata. Los comerciantes le llevaban mercancía a los indígenas y ellos entregan su fibra, oro y efectivo casi no había dinero. Nosotros iniciamos un punto de información en San Felipe, en el sur del departamento de Guainía,
y había comunidades que no conocían el dinero. Conocían de pronto plata venezolana, pero colombiana no. No saben cómo son las denominaciones, no saben cómo es el dinero colombiano, hasta hace poquito”.
Estos puntos de atención que están lejos, lejos, lejos… como indica su gerente, manejan créditos que en promedio están entre 500 mil pesos y un millón de pesos. “La gente con eso hace todas sus actividades comerciales. Compran insumos para hacer artesanías, también tienen cultivos, para sembrar, para hacer huertas caseras. Lo que necesitamos es que la gente vaya recogiendo para pagar la cuota. Y ese pago de cuota es otro tema. Yo le digo a la Superintendencia de la Economía Solidaria, cómo me exige un indicador del cinco por ciento cuando una persona está, por decir a tres días de camino, yo digo a cinco millones, porque la gente necesita gasolina para movilizarse, porque es muy costosa. Vale más la gasolina que la cuota”, dijo.
El futuro
“Nosotros vemos que, si el Gobierno nos cumple realmente todo lo que nos ha dicho, colocando antenas por toda esa selva para mandar internet. Llevando internet satelital a Puerto Inírida y de ahí varias antenas repetidoras, como dice el ministerio de las Tics, pues nosotros debemos adelantarnos e ir generando cultura en esa región, entre otras para enseñarle a la gente que es la plata”.
“Considero, mirando el mapa de Colombia y viendo que siempre lo dividen como la zona verde de allá abajo, uno dice que somos el futuro y hay que mantener la calma, paso a paso, porque allá el tiempo pasa lentamente. Entonces tenemos que seguir avanzando paso a paso. Generalmente las empresas abren sus oficinas donde el mercado es amplio e incluso concentrado, en cambio nuestro mercado es muy disperso, muy lejano.
“Nosotros no tenemos oficina en Puerto Carreño y la idea que tiene Cootregua la fijamos hace 30 años. Dijimos vamos a ser el banco de la Amazonía y Orinoquía Colombiana, de esta zona apartada porque digamos que llevamos unos cinco años que se está acercando esta zona, porque hace unos quince años esa era tierra de nadie. Entonces, nosotros somos relativamente jóvenes. Uno no tiene porque afanarse y ahí vamos poco a poco y queremos llegar al último rincón de la Amazonía, esa es nuestra esperanza”, concluyó.
María Isbelia Gutiérrez Molina gerente de Cootregua señaló que espera llegar también al departamento del Vaupés y alcanzar una población de 50 mil asociados
ya se ha pensado en Leticia y llegar a los municipios más apartados del amazonas, señaló la ejecutiva.