La nueva dinámica cooperativa parte de la base social: Coasmedas
“Atrás debe quedar el curso básico cooperativo y debemos ir más allá, aprovechar cada contacto con los asociados y publicitar nuestro modelo” Carlos Hernán Perdomo.
Para que una persona comprenda y se comprometa con el modelo cooperativo necesita en promedio 320 horas de formación sobre el tema, así lo concluye un estudio realizado por la Cooperativa de Ahorro y Crédito, Coasmedas.
En el documento «Relación entre nivel de educación cooperativa y bajas tasas de morosidad en cooperativas de ahorro y crédito. En el caso Coasmedas CA”, se identificó que el mayor compromiso y pertenencia de los asociados a la cooperativa depende de su formación sobre el modelo asociativo.
El trabajo sirvió de fundamento para el desarrollo del plan estratégico de la Cooperativa fijado a cinco años y corrige el alto grado de deserción, un fenómeno que no es ajeno al resto de empresas del sector solidario.
“Cada cinco años se nos iba una cooperativa, anualmente un poco menos de la mitad de los nuevos asociados y esto lo empezamos a corregir centrándonos en tres ejes fundamentales; en información, educación y formación, lo que incrementa el grado de conciencia del asociado frente a los beneficios que recibe de la cooperativa y su condición de propietario de Coasmedas” dijo su gerente Carlos Hernán Perdomo.
El ejecutivo, señaló que el Consejo de Administración de la Cooperativa reconoció la necesidad del cambio en la estrategia que buscaba un incremento en su base social y ahora, con el estudio, y el cambio en la misma, las prioridades van dirigidas a la formación de esa base social, lo que genera un mayor grado de pertenencia.
El estudio partió del análisis del comportamiento de los asociados y esto permitió identificar que, en diferentes segmentos, jóvenes, adultos y adultos mayores, quienes habían recibido mayor formación de la Cooperativa, así como participación en sus eventos, el comportamiento de la cartera definitivamente era más sana.
Clara Osorio, Coordinadora de Gestión Social de Coasmedas y el consultor Darío Castillo Sandoval, quienes lideraron la investigación, señalaron que el primer paso es explicarle al asociado que es propietario de la Cooperativa. Esto implica que va a amar lo que tiene, va a valorar una marca, y será leal ante la cooperativa.
“En el momento de recibirlos nos centrábamos en explicarle los servicios, pero en ese caso la posibilidad de servicios similares estaba abierta frente a la oferta del sistema financiero. Ahora nos centramos en explicarle que él será propietario y las características del modelo cooperativo integrándolos a esta comunidad. Cuando la persona se da cuenta que va a ser dueña de algo lo va a cuidar más”, dijo. Osorio a GESTIÓN SOLIDARIA.
La ejecutiva señaló que la visión ha sido escalada a toda la organización y cada uno de sus integrantes se ha apropiado de ésta. “Hay un mayor grado de consciencia, donde cada uno de los funcionarios, tiene un manejo de la educación cooperativa desde su lugar de trabajo, por ello, cada oportunidad de contacto con el asociado es aprovechada para transmitir las bondades del modelo, a esto se suma más de 2000 eventos que anualmente realiza la cooperativa en sus 22 seccionales, una oportunidad de oro para hacerlos partícipes”, dijo.
Un tercer punto es optimizar cada uno de los impactos que tenemos con los asociados y su familia, porque es natural que estos beneficios se den, así sea de manera indirecta a través de un hijo o un familiar y así el asociado va a estar consciente de las ventajas que recibe”. dijo Clara Osorio.
Volver a las buenas prácticas
Carlos Hernán Perdomo, explicó que el estudio refinó los puntos fundamentales del Plan Estratégico fijados por el Consejo de Administración de Coasmedas y que se sustenta sobre tres pilares que son: La eficiencia operativa; la excelencia en el servicio y el crecimiento sostenido.
“Al enfocarnos en el Balance Social iniciamos un proceso de cambio, donde el asociado percibe un trabajo dirigido de toda la Cooperativa en la búsqueda de su bienestar “dijo.
Con esa minería de datos, donde se perfilan los asociados, se concluye que es más por convicción y no por una oferta comercial permanente donde los mismos asociados van a difundir las bondades del modelo cooperativo.
“No es necesario recurrir a fuerzas de corretaje o a empresas de promoción que cobran por traer más gente, como a veces sucede en el sector solidario. Atrás deben quedar las prácticas que hacen entidades financieras o los bancos. Deseamos que esta sea una dinámica generada desde la misma base social”, dijo.
Esta posición estratégica se soporta además con una visión científica, a partir de la Teoría de las Restricciones, de la física israelí y autora del libro “La Meta” Eliyahu M. Goldratt, donde se identifican los cuellos de botella del sistema; se decide cómo superarlos y las decisiones se subordinan a corregir éstas dificultades, para elevar la capacidad de la organización o el subnivel donde está la debilidad, explicó Perdomo.
Identificamos que éramos muy fuerte en lo financiero, pero fallábamos en retener a la gente, que sólo venía por satisfacer una necesidades, por ello nos estamos focalizando en darles a conocer el modelo y eso traerá verdaderamente nuevos asociados. “En el afán del sector solidario de tener resultados se está pareciendo cada vez más al sector bancario y eso podría, de no corregirse, traer problemas de identidad, no podemos caer en eso. De ahí nuestro plan: Coasmedas siempre próspera”, dijo.
El ejecutivo insistió en que se debe volver a la identidad cooperativa, a partir de las fortalezas, que permiten atender las necesidades de los asociados y sus familias. Además, se debe dar a conocer con mayor fuerza lo que se está haciendo al interior del sector ·Tenemos que cantar, publicitar con orgullo para que todos conozcan las ventajas del modelo solidario”, dijo.
Vivirlo
Clara Osorio especificó que tres pasos fundamentales son necesario para que una empresa cooperativa logre potenciar su accionar.
El primer paso es que los funcionarios de una entidad solidaria tienen que sentirla, vivirla, y predicarla.
En segundo lugar, es necesaria una revisión permanente de los indicadores. El trabajo no se debe concentrar exclusivamente en los indicadores financieros, también tomar con mayor profundidad la medición de los indicadores sociales, que son la verdadera razón de ser de una cooperativa. Además, en estos indicadores se debe mirar si los directivos están capacitados para manejar una entidad de este tipo, bajo la figura de la solidaridad y sí los asociados tienen respuesta a sus necesidades.
“En definitiva no es lo mismo manejar una entidad con ánimo de lucro que una Cooperativa” concluyó Clara Osorio.